Las empresas contemporáneas se enfrentan a desafíos significativos en la gestión de su recurso más valioso: las personas. A medida que el teletrabajo y la automatización empiezan a definir el entorno laboral, las interacciones cara a cara, tan esenciales para la cohesión y comunicación internas, comienzan a desvanecerse. Un estudio reciente publicado en BMC Psychology, liderado por Luis M. Romero-Rodríguez y Bárbara Castillo Abdul, aborda este fenómeno y subraya la importancia del «happiness management» en el ámbito empresarial.
Este trabajo de investigación detalla nueve dimensiones y 103 variables que las empresas deben considerar al estructurar sus estrategias de comunicación interna. El objetivo es triple: mejorar el bienestar laboral, evitar situaciones de crisis, y minimizar prácticas de micromanagement y liderazgos tóxicos que afectan la dinámica del equipo. Romero-Rodríguez destaca la necesidad de integrar una perspectiva de gestión de la felicidad, promoviendo así un entorno de trabajo positivo que fomente un rendimiento optimizado y liderazgos saludables.
Bárbara Castillo Abdul aclara que el «happiness management» trasciende las actividades recreativas o de reconocimiento. Esta filosofía implica una integración sistemática de estilos de liderazgo, constantes evaluaciones del clima laboral, y la implementación de protocolos de mediación. Además, se enfatiza la formación emocional y el soporte psicológico para los empleados, construyendo así un entorno laboral más comprometido y satisfactorio.
El mercado laboral actual es altamente competitivo, con empresas internacionales ofreciendo mejores condiciones salariales y laborales. El último informe de Randstad sugirió un alarmante aumento en el absentismo en España, afectando la productividad y competitividad corporativa. Castillo Abdul sugiere que este fenómeno puede estar vinculado a una falta de conexión emocional y compromiso de los empleados con sus empleadores. Por lo tanto, aboga por un enfoque más exhaustivo del «salario emocional», priorizando beneficios como la flexibilidad laboral y el desarrollo profesional.
En el corazón de este estudio se encuentra una guía práctica para implementar la filosofía del «happiness management». Esta guía ofrece tres grandes objetivos: crear un ambiente de trabajo saludable, fomentar una personalidad positiva en los empleados, y optimizar la experiencia emocional del personal durante su jornada laboral. Estos objetivos están desglosados en nueve dimensiones, cada una con tácticas específicas para su mejora.
El objetivo es que las empresas utilicen esta guía para evaluar su situación interna y adoptar las estrategias pertinentes para mejorar las áreas identificadas como deficientes. Romero-Rodríguez y Castillo Abdul planean continuar la investigación para establecer un sistema de medición y auditoría, proporcionando herramientas digitales que faciliten la evaluación del cumplimiento de las variables propuestas.
La incorporación de la gestión de la felicidad en la comunicación interna promete no solo mejorar el bienestar de los empleados, sino también potenciar la eficacia organizacional. Con una base empírica sólida y una aplicación práctica directa, esta filosofía puede ser una solución efectiva para los retos contemporáneos de las organizaciones modernas.
