El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha considerado que la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de paralizar el permiso de construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), conocida hoy, supone la “coherencia” del Gobierno de España respecto de un planteamiento de cambio en el modelo energético y en la gestión de los residuos, “y sobre todo supone el reconocimiento de que todo el procedimiento del basurero encerraba mucha más basura que la nuclear”.
Durante su visita del miércoles al nuevo parking del Hospital Universitario de Guadalajara, el presidente autonómico comprobó los avances en ampliación del centro hospitalario y confirmó la noticia de que el Gobierno de España solicitó paralizar las obras del cementerio nuclear. «Es algo por lo que estamos muy contentos».
En este sentido, ha querido hacer un reconocimiento a las grandes movilizaciones ciudadanas que se produjeron en rechazo a la instalación del cementerio, “primero aquí en Guadalajara –cuando se quiso hacer el ATC en esta provincia– y luego en solidaridad cuando se planteó en Villar de Cañas”.
Asimismo, ha recordado que “el único proyecto” de la anterior legislatura para Castilla-La Mancha era un basurero nuclear “que convertía a esta tierra en una tierra de deshecho, de desprecio, ya no de segunda, sino de quinta”, y que lo que no quería nadie “nos lo tragamos aquí por compromisos internos del Partido Popular con la señora De Cospedal”.
El jefe del Ejecutivo regional alertó que detrás del proyecto del ATC «había un interés espurio bastante inconfesable que, espero, podamos conocer con el tiempo». Criticó que la iniciativa se hiciese «a costa de parar las obras de los hospitales y de los institutos, y de infrafinanciar la Universidad y, en definitiva, de destrozar los servicios públicos».
Por el contrario, y con su Ejecutivo, “hoy estamos volviendo a levantar hospitales, colegios e institutos, poniendo primeras piedras de centros de futuro y acabando con aquello que se podría convertir en la segunda herida permanente para esta tierra después del trasvase, como era el ATC”, se ha felicitado.
Un nuevo destino para los 145 millones del cementerio nuclear
Tras recordar que el anterior Gobierno central tenía planteado 145 millones de euros “de derroche a los españoles para enterrarlo en ese basurero nuclear”, ha pedido que este dinero se dedique a la protección social y medioambiental, pues considera que si no se va a prorrogar la vida útil de las nucleares, como tiene planteado el Ejecutivo de España, “se generarán menos residuos y, con ello, será menos necesario hacer un gran ATC”. No obstante, y en caso de tenerlo, “éste no será, porque es una chapuza desde el principio, que responde a otros intereses todavía más sucios y peligrosos” que la energía nuclear.
Por otro lado, García-Page ha señalado que ya existen planteamientos alternativos “incluso de renovables” en el entorno de Villar de Cañas donde se tenía pensado ubicar el ATC, “que pueden generar más economía y mucha más riqueza”, y ha añadido que se seguirá adelante con todas las iniciativas de protección ambiental de la zona. “Me gustaría que se retirase el pleito que mantiene el Estado contra la ampliación de la Laguna el Hito. Sería coherente, porque desde 2005 se venía avisando de la necesidad de esa ampliación, que no ha sido planteada de manera táctica”, ha apostillado.
La nueva gestión ambiental hará que el agua “vuelva a su cauce”
A preguntas de los medios sobre si el trasvase Tajo-Segura será la siguiente infraestructura en ser paralizada, García-Page ha considerado que el objetivo del cambio que se está produciendo en la gestión ambiental en España “va a hacer que el agua vuelva a su cauce”. En este sentido, se ha mostrado convencido de que existen “soluciones de gestión” y se ha brindado a buscarlas “para que el agua no nos lleve a enfrentamientos entre una parte de la España seca con otra parte de la España seca”.
Aseguró que confía «mucho más» en la ministra guadalajareña Magdalena Valerio para que defienda los intereses de la región contra el trasvase de lo que lo hizo en su momento Cospedal, «aunque solo fuera por haber sido presidenta de esta tierra, aunque ya nos dejaron tirados con el famoso memorándum de la vergüenza».
Sin embargo, aseguró que “algo está cambiando y mucho más va a cambiar en el futuro” respecto a la política hídrica en el país, “y no tienen más que ver los insultos que nos dirigen desde la prensa de Levante para comprobarlo”.