La ministra de Sanidad, Mónica García, se ha pronunciado firmemente sobre la necesidad de una investigación exhaustiva en relación con el ‘caso Mascarillas’, tras el registro realizado en la sede de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias por la UDEF. En una intervención en Toledo, García ha enfatizado que es esencial llevar las indagaciones «hasta las últimas consecuencias» para evitar episodios similares en el futuro y promover la transparencia en el manejo de los fondos públicos.
García reivindicó el compromiso tanto del Ministerio como de la sociedad para asegurar que los impuestos de los ciudadanos sean correctamente destinados a la protección de la salud, en lugar de desviarse hacia «intereses espurios». Estas declaraciones surgieron antes de que la ministra inaugurara el XXI Congreso Nacional sobre Sida e ITS en la ciudad de Toledo, donde además se trató el tema de la corrupción y el fraude sanitario.
En su discurso, la ministra destapó el velo sobre el mal uso de los productos sanitarios durante la crisis sanitaria, hecho que motivó al Ministerio a establecer un Observatorio contra la corrupción y el fraude sanitario dentro del Sistema Nacional de Salud.
La ministra ha lamentado la existencia de «determinadas comisiones completamente obscenas», así como el desvío de dinero, que debería estar enfocado en la salud de los ciudadanos, hacia lujos personales tales como automóviles ‘Maseratis’, propiedades inmobiliarias y artículos de lujo. Con estas duras críticas, el Ministerio de Sanidad muestra una postura clara en contra de la corrupción y el mal manejo de recursos destinados a la sanidad en medio de la pandemia. El caso sigue en investigación y la sociedad espera resultados concretos para enfrentar y erradicar prácticas fraudulentas.
