El Día de la Madre es una fecha especial para honrar y agradecer a las madres por su amor, dedicación y sacrificios. Una buena manera de demostrar amor y gratitud es regalando flores y en los últimos años, las flores preservadas se han vuelto cada vez más populares. Estas flores han sido tratadas con una técnica especial para mantener su belleza y frescura durante mucho tiempo, lo que las hace una opción duradera y sostenible en comparación con las flores frescas.
Existen cinco factores clave para elegir flores preservadas, entre ellos el tipo de flor, la calidad y la fuente de las flores, el aspecto y el color, el cuidado y mantenimiento, y el precio. Algunas de las opciones disponibles incluyen rosas, hortensias, lavanda, margaritas y orquídeas. Las rosas preservadas son una elección popular debido a su elegancia y versatilidad de colores y tamaños.
El proceso de preservación de las flores implica el reemplazo de la savia de la flor por una solución de glicerina y agua para mantener su forma y color originales. Las flores preservadas no requieren energía para refrigerarlas ni agua para mantenerlas frescas, lo que las convierte en una opción ecológica y sostenible.
Las flores preservadas duran mucho más tiempo que las flores frescas y mantienen su aspecto natural y fresco durante varios años. El proceso de preservar las flores implica sumergir los tallos en una solución conservante de glicerina, agua y sales minerales por aproximadamente una semana, después se colocan boca abajo durante unos 15 días para que el agua se evapore.
Para encontrar flores preservadas de alta calidad, se pueden buscar en establecimientos confiables como Vikenzo Nature, que ofrece variedad de opciones como rosas, margaritas, peonías y hortensias. Las flores preservadas son una opción perfecta para regalar en el Día de la Madre y demostrar amor y gratitud duraderos.
