La Fisiotereapia y su rol en la rehabilitación de pacientes con cardiopatía en diferentes fases de la enfermedad

La enfermedad cardiovascular está entre las principales causas de muerte en todo el planeta, por eso, cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón con el objetivo de generar conciencia acerca de las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM), recordaron la importancia de llevar una vida sana y el importante papel de la Fisioterapia en la rehabilitación de pacientes con cardiopatía en diferentes fases de la enfermedad.

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Anualmente, se producen 18,6 millones de muertes por causa de enfermedad cardiovascular, de las cuales, hasta el 80% son evitables, de acuerdo a datos de la Fundación Española del Corazón. El lema de 2021 es #PiensaEnTuCorazón, y busca recordar la importancia de cuidarnos y tener un estilo de vida saludable. El origen de las enfermedades cardiovasculares puede estar anclado a múltiples factores: desde el tabaquismo hasta la diabetes y también la presión arterial alta, la obesidad y la contaminación del aire.

Fisioterapia y rehabilitación del paciente cardiópata

El tratamiento en pacientes con enfermedad cardiovascular incluye programas de rehabilitación cardíaca, basados en programas de ejercicio terapéutico y educación sanitaria. “El objetivo de estos programas es el de mejorar la capacidad física y funcional del paciente, promoviendo una adherencia al tratamiento y una modificación de los hábitos de vida para mejorar la salud a largo plazo y la reinserción de los pacientes a su vida laboral y actividades de la vida diaria”, afirma Susana Priego, fisioterapeuta de la Unidad de Rehabilitación Cardiorrespiratoria del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca y colegiada en COFICAM.

En este sentido, los fisioterapeutas son responsables de la prescripción del ejercicio terapéutico y la adaptación a las características individuales de cada paciente, diseñando y supervisando el programa de ejercicio y adecuándolo cada día a la evolución de este, en las distintas fases de la enfermedad en la que nos encontramos.

Los beneficios de los programas de rehabilitación cardíaca

Son varios los estudios que concluyen en los múltiples beneficios de los programas de rehabilitación cardíaca con una reducción de la morbimortalidad cardiovascular, una mejoría en la calidad de vida, y una reincorporación a la vida laboral y social. “Sin embargo, la implantación de estos programas y unidades de rehabilitación cardíaca en España todavía es muy baja”, apunta la fisioterapeuta.

Aunque los programas de rehabilitación cardíaca son tratamientos de bajo coste en el Sistema Nacional de Salud, ya que reducen el número de hospitalizaciones, en Castilla-La Mancha solamente tres hospitales disponen de unidad de Rehabilitación Cardíaca, en las provincias de Guadalajara, Toledo y Cuenca.

Hay que remarcar que uno de los aspectos importantes que no se debe olvidar desde el punto de vista de la Fisioterapia es la denominada educación sanitaria. Las charlas en los programas generan una adherencia terapéutica, así como modificación en los hábitos de vida. “La educación sanitaria es primordial para implicar al paciente en su proceso terapéutico, haciéndolo partícipe y responsable del mismo, actuando sobre el control de los factores de riesgo cardiovasculares”, señala Priego.

¿Qué ejercicios se pueden realizar desde el punto de vista fisioterápico?

Una primera fase, en la estancia hospitalaria, aborda la movilización precoz (movilizaciones, fisioterapia respiratoria, así como deambulación y trabajo con pedalier).

En la segunda etapa, y ya dentro de la sala de Rehabilitación Cardíaca (cardiorrespiratoria), se comienza con un programa completo de entrenamiento, con fase de calentamiento global y específico de grupos musculares amplios; otra etapa del entrenamiento va destinada al entrenamiento de fuerza y resistencia muscular, con ejercicios de fortalecimiento tanto de miembros superiores como de miembros inferiores (con bandas elásticas, lastres, mancuernas) y trabajo de la musculatura abdominal en colchoneta.

Otra de las partes fundamentales del programa es el trabajo aeróbico, utilizando tapiz rodante y cicloergómetro, en relación a la patología y las particularidades de cada paciente. “Para finalizar el entrenamiento, dedicaremos un tiempo a realizar estiramientos y enfriamiento o vuelta a la calma. Durante todo el programa de entrenamiento los pacientes se encuentran monitorizados tanto a nivel cardíaco (a través del sistema telemétrico para llevar el control y registro del ECG) como mediante pulsioximetría (para llevar un control de la saturación en todo momento)”, concluye la experta.

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