El Ministerio Fiscal ha solicitado una reducción en la pena solicitada para D.S.Z.C., quien está acusado de asesinar a su compañero de piso, A.G.M.M., durante un apuñalamiento ocurrido en Yeles, Toledo, en mayo de 2022. En la segunda sesión del juicio, celebrada el martes en la Audiencia Provincial de Toledo, la Fiscalía ha rebajado su petición de 25 años a 15 años de prisión.
Durante esta sesión, han declarado testigos, incluyendo a dos vecinas, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como dos médicos forenses. La Fiscalía había solicitado originalmente 25 años de prisión por asesinato con ensañamiento y alevosía, pero ha modificado su acusación al eliminar el primer agravante y mantener solo el segundo, además de considerar como atenuante el reconocimiento de la autoría de los hechos por parte del acusado.
El abogado de la defensa ha expresado su conformidad con los cambios propuestos por la Fiscalía y se alineará con la acusación que presente el Ministerio Público en las conclusiones finales.
Los peritos médicos forenses han descrito las lesiones sufridas por la víctima, señalando que las heridas infligidas causaron un «exceso de dolor» y que la muerte se debió a una «hemorragia masiva» tras un ataque violento. Se ha indicado que D.S.Z.C. utilizó tres cuchillos durante el ataque, y las evidencias en el lugar de los hechos respaldaron esta versión.
Los testimonios revelaron que se encontraron 50 lesiones en la víctima, la mayoría compatibles con el uso de un cuchillo. Dos lesiones en particular en la zona cervical fueron mencionadas por los peritos como de «altísimo nivel de letalidad», afectando arterias vitales. Además, se informó que la víctima tenía en su sistema sustancias como ketamina y éxtasis, aunque los expertos aclaran que esto no afectó a las causas del fallecimiento.
Dos vecinas del fallecido también testificaron, afirmando haber visto a una persona limpiando el rellano en la fecha de los hechos. Dos policías locales que llegaron primero al lugar informado que el acusado, cuando fue confrontado, admitió haber matado a la víctima, aunque en un principio minimizó la situación. Al llegar a la escena del crimen, encontraron al acusado desnudo y la víctima en el suelo, sin signos vitales.
Los agentes de la Guardia Civil que también intervinieron corroboraron que D.S.Z.C. había manifestado que se había asegurado de que la víctima estuviera muerta. Uno de los agentes relató que el acusado les mencionó que actuó debido a amenazas de muerte dirigidas a su familia por parte de la víctima, a la cual no quiso entregarle una receta de una droga.
La jornada de este miércoles será crucial, ya que se presentarán las conclusiones finales de ambas partes, antes de que el jurado reciba el objeto del veredicto.