El pasado sábado, el Tanatorio de Servisa fue el punto de reunión de destacadas figuras de la sociedad madrileña para despedir a Constantino Mediavilla, reconocido Cronista de la Villa, quien dejó una profunda huella tanto en la Comunidad como en la ciudad de Madrid. La tristeza y el respeto marcaron el velatorio, al que asistieron personalidades como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto; consejeros de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo y Emilio Viciana; el Padre Ángel; el escultor José Miguel Utande, así como el presentador de Telemadrid, Víctor Arribas, entre otros.
José Luis Martínez-Almeida, uno de los primeros en llegar, compartió sus sentimientos hacia Mediavilla, destacando la dedicación de su vida a la ciudad y cómo, a través del golf, un hobby que ambos compartían, Mediavilla logró desmitificar algunos prejuicios hacia este deporte. El alcalde también anunció que ya se están preparando los homenajes que el Ayuntamiento realizará en honor a Mediavilla, enfocados en celebrar su vida y legado.
Desde la Feria del Libro, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ofreció unas palabras en memoria de Mediavilla, describiéndolo como «un todoterreno» y enfatizando cómo su energía y dedicación son un modelo a seguir.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, igualmente expresaron su pesar y reconocimiento por la labor y el carácter de Mediavilla. Maroto remarcó que, aunque Mediavilla ya no esté, su voz y su letra permanecerán en la historia de Madrid.
José Cepeda, próximo diputado por el PSOE en el Parlamento Europeo y exdiputado de la Asamblea de Madrid, lamentó profundamente la noticia, resaltando la amistad y el impacto personal que Mediavilla tenía en quienes lo conocían.
El encuentro en el tanatorio fue también un espacio de reconocimiento y solidaridad entre colegas y amigos. Imágenes del evento muestran interacciones entre políticos, periodistas y personalidades del ámbito cultural, reflejando la amplia red de relaciones que Mediavilla cultivó a lo largo de su cartera y el profundo vacío que deja su partida.
Este adiós no solo representa la pérdida de una figura emblemática de la comunicación en Madrid, sino también el fin de una era en la narrativa de una ciudad y comunidad que fueron profundamente marcadas por su trabajo, pasión y dedicación. La promesa de un homenaje en su nombre es una iniciativa para perpetuar su memoria y legado, manteniendo viva la historia y la voz de quien supo captar la esencia de Madrid como nadie.
