FEVITUR destaca el modelo de gobernanza de Andalucía como ejemplo de colaboración
En un momento en el que el sector turístico se enfrenta a desafíos y conflictos, la Federación Española de Viviendas de Uso Turístico (FEVITUR) destaca el decreto de Andalucía como un modelo de gobernanza avanzado que regula las viviendas turísticas, el cual constituye un ejemplo de que el acuerdo es posible.
Según Miguel Ángel Sotillos, presidente de FEVITUR, Andalucía y el País Vasco son ejemplos de colaboración y convivencia entre diversas tipologías alojativas. Estos modelos de gobernanza podrían servir como ejes vertebradores para el resto de las comunidades autónomas en España, donde se busca la colaboración en pro de la calidad, seguridad jurídica y cualificación del conjunto de las tipologías de alojamiento.
El modelo de gobernanza desarrollado en Andalucía diferencia al titular del bien del titular de la actividad, generando las condiciones necesarias para prevalecer modelos de gestión de viviendas turísticas que cumplan con los compromisos de contribución fiscal y calidad en el empleo, de forma similar a los hoteles.
Asier Pereda, responsable del área de Asuntos Regulatorios y Relaciones Institucionales de FEVITUR, señala que tanto Andalucía como el País Vasco demuestran que es posible el alineamiento entre los diversos agentes del sector, los hoteles y las administraciones públicas. Este consenso interpela a todas las partes implicadas y debe ser un ejemplo a seguir.
La Federación destaca que Andalucía acierta al apostar por la cualificación de la oferta de vivienda turística, dotando al sector de atributos propios de un sector empresarial consolidado. El modelo de empresa gestora que regula el decreto andaluz sienta las bases para consolidar el sistema de gestión profesional que mejor se integra con la cadena de valor turística.
FEVITUR representa a más de 185,000 apartamentos y viviendas de uso turístico repartidas por todo el territorio español, generando un impacto económico superior a los 9,000 millones de euros anuales y 15,600 empleos directos, además de 36,000 empleos indirectos.
El ejemplo de Andalucía demuestra que la colaboración y el consenso son posibles en beneficio del sector turístico, y debería servir de inspiración para otras comunidades autónomas en España.