En el panorama político autonómico español, se avecinan variaciones en las retribuciones de sus líderes para el año 2024. Estas variaciones se reflejan en los Presupuestos de cada comunidad y muestran un escenario diverso en cuanto a las políticas salariales de los dirigentes regionales.
Los presidentes de Galicia, La Rioja, Aragón, Extremadura, Comunidad Valenciana, Baleares, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Murcia están preparados para recibir aumentos salariales en distintos porcentajes en el próximo año. En algunos casos, estos incrementos estarán alineados con lo que se establezca para los funcionarios en los presupuestos estatales, mientras que otros optarán por incrementos específicos según las decisiones de sus respectivos gobiernos autonómicos.
Por ejemplo, Gonzalo Capellán (La Rioja) y Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) tienen previsto un aumento en sus emolumentos siguiendo lo que permita el Estado, al igual que Adrián Barbón (Asturias) y Fernando López Miras (Murcia), cuyos salarios dependen de estas variables estatales. Por otro lado, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha decidido mantener congelado su salario.
Entre los que decidirán un incremento más modesto, del 0,5%, se destacan Alfonso Rueda (Galicia) y Carlos Mazón (Comunidad Valenciana). Por otra parte, la presidenta de Baleares, Marga Prohens, verá un aumento del 5% que podría ascender hasta el 7,5%, y la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, será quien reciba la mayor subida con un 6,9%.
El Gobierno central, hasta el momento, no ha comunicado los detalles de su proyecto de Presupuestos para el año 2024, manteniendo por ahora el sueldo anual del presidente Pedro Sánchez en 90.010,20 euros. Si bien algunos presidentes regionales como Isabel Díaz Ayuso (Madrid) han optado por congelar su propio salario, otros como el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no han especificado aún los detalles de sus futuras remuneraciones en los respectivos proyectos presupuestarios.
Este mosaico de ajustes salariales en los liderazgos autonómicos resulta de las distintas realidades fiscales y políticas que enfrentan las comunidades en España, delineando el contexto socioeconómico en el que se inscriben estas decisiones presupuestarias.