En una reciente rueda de prensa celebrada en el Parlamento autonómico, Silvia Fernández, portavoz de Hacienda del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, ha presentado los presupuestos para el año 2026, describiéndolos como un plan de «reconstrucción, avance y mejoras», con un claro objetivo de «cero recortes». A su vez, Fernández expresó su descontento con el discurso del Partido Popular (PP), que según ella, intenta denigrar la imagen de la región.
Según Fernández, los presupuestos ofrecen una «ruta clara y responsable» para enfrentar los grandes desafíos futuros, tales como el desarrollo económico sostenible, el desafío demográfico, la transformación digital y la transición ecológica. Estos aspectos serán abordados maximizando los fondos europeos y los recursos propios, manteniendo, además, un compromiso de no aumentar los impuestos. Específicamente, destacó que se mantienen 25 desgravaciones en el tramo autonómico, además de las de 2025 y las provocadas por la Ley de Despoblación. Se introducen también rebajas fiscales significativas, como en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, especialmente en la compra de la primera vivienda y en el mercado de alquiler.
Fernández subrayó que mientras se congela la presión fiscal, se incrementa la inversión social y el gasto en todos los pilares del Estado del bienestar. Esta iniciativa, según ella, representa la estrategia del Gobierno de Castilla-La Mancha, combinando «rigor y sensibilidad, equilibrio y justicia social». En palabras de Fernández, la protección ciudadana «no es un gasto, es una inversión en confianza, estabilidad y futuro».
La portavoz hizo hincapié en la importancia de proteger a la ciudadanía en tiempos difíciles y destacó el contraste evidente entre el enfoque del actual gobierno y el de la oposición. Asimismo, criticó al PP por votar a favor de los presupuestos durante la gestión de María Dolores de Cospedal, mientras que se opone sistemáticamente a los actuales presupuestos del gobierno regional. Según Fernández, con el liderazgo del PP, Castilla-La Mancha «retrocede», y con Vox, la identidad de la región está en riesgo. Estos puntos subrayan la firme convicción del gobierno de Emiliano García-Page de priorizar lo urgente y necesario para el bienestar de sus ciudadanos.
















