En un fuerte llamado a la acción, familias de víctimas conocidas como “Angel Families” están instando al Congreso a aprobar la ambiciosa propuesta del expresidente Donald J. Trump, denominada “One, Big, Beautiful Bill”. Su objetivo: asegurar las fronteras y acelerar los procesos de deportación de inmigrantes ilegales. Este clamor se produce en un contexto marcado por tragedias personales y una creciente frustración con la falta de soluciones efectivas para combatir el crimen asociado a la inmigración ilegal.
Las “Angel Families”, quienes han sufrido la pérdida de seres queridos a manos de criminales inmigrantes ilegales, han divulgado una carta abierta dirigida a los legisladores republicanos, donde expresan su dolor y demandan justicia. “Escribimos no como políticos o teóricos, sino como padres que hemos enterrado a nuestros hijos debido a la falta de medidas para asegurar nuestra frontera”, rezan en su misiva.
Más de 60 familiares de víctimas firmaron esta carta, la cual llama a una acción judicial en medio del sufrimiento prolongado. Entre ellas se encuentra la madre de Jocelyn Nungaray, una niña de 12 años presuntamente asesinada por dos inmigrantes ilegales, y la familia de Laken Riley, una estudiante de enfermería en Georgia que perdió la vida a manos de un miembro de la pandilla Tren de Aragua, originaria de Venezuela.
La carta sostiene que desde hace tiempo han sido ignorados y desestimados. “Cada uno de nosotros vive con un agujero permanente en nuestras vidas porque un inmigrante ilegal, que nunca debió estar en este país, se le permitió quedarse y arrebatar una vida inocente”, subrayan.
Estas “tragedias prevenibles”, según ellos, son el resultado de unas políticas que no han sabido dar respuesta a la demanda de seguridad urbana. “Cada año, Washington ofrece excusas en lugar de soluciones. Eso debe cambiar ahora”, concluyen.
La presión aumenta sobre los legisladores mientras las “Angel Families” continúan su lucha por un cambio significativo, sosteniendo que la seguridad de las comunidades estadounidenses y la prevención de nuevas tragedias deben ser prioridades ineludibles para el gobierno.
Fuente: WhiteHouse.gov
