En Castilla-La Mancha, y extendiéndose a nivel nacional, se enfrenta un desafío significativo en el ámbito laboral: el subregistro de enfermedades profesionales. Esta situación persiste como una de las principales deficiencias del sistema preventivo, complicando no solo la identificación precisa de los casos, sino también la implementación de medidas efectivas de prevención en los lugares de trabajo.
La mayoría de estas enfermedades, a menudo vinculadas a condiciones laborales específicas, permanecen sin ser reconocidas oficialmente. Esta falta de reconocimiento plantea serios obstáculos para las empresas y autoridades encargadas de salvaguardar la salud laboral, ya que operar sin datos certeros limita la capacidad de actuación preventiva.
Además, las implicaciones de este subregistro son dobles. Por un lado, afecta directamente a los trabajadores que sufren estas enfermedades, quienes no solo enfrentan los retos físicos y emocionales de sus condiciones, sino que a menudo deben luchar para conseguir el reconocimiento oficial de su padecimiento y, con ello, acceder a los derechos y beneficios correspondientes. Por otro lado, el subregistro impide a los centros de trabajo obtener una visión completa de los riesgos ocupacionales que enfrentan sus empleados, lo que dificulta la creación de entornos más seguros y saludables.
En conclusión, el subregistro de enfermedades profesionales sigue siendo una barrera crítica para mejorar la seguridad y salud laboral en Castilla-La Mancha y en el resto del país. Superar este obstáculo requerirá esfuerzos coordinados para optimizar los sistemas de reporte y reconocimiento, permitiendo así una estrategia preventiva más efectiva que beneficie tanto a los trabajadores como a los empleadores.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha