Más 2,400 espirometrías han realizado profesionales de Atención Primaria del SESCAM en los primeros ocho meses del año

personal de atencion primaria del sescam administra espirometrias

Más de 2.400 espirometrías se han realizado de enero a agosto de este año. Las mismas realizadas por los profesionales de Atención Primaria en todas las áreas sanitarias de la comunidad autónoma. Específicamente en los 228 espirómetros distribuidos en los centros de salud y consultorios locales del sistema sanitario público regional.

Día Mundial de la Espirometría

personal de atencion primaria del sescam administra espirometrias

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Espirometría. Esta fecha es impulsada por la European Respiratory Society (ERS), a través de su organismo de difusión la European Lung Foundation (ELF). Con la misma se busca dar a conocer esta prueba diagnóstica. Así como concienciar a la población de las medidas preventivas para evitar las enfermedades pulmonares.

Una espirometría mide la magnitud de los volúmenes pulmonares y la rapidez con que estos pueden ser movilizados. Y es junto a la historia clínica y la exploración física, la base para el diagnóstico de muchos pacientes en los que se sospecha una enfermedad del aparato respiratorio. Además, permite la detección de la población de riesgo de padecer Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y facilita su diagnóstico precoz.

Además de incrementar la capacidad de resolución de los profesionales de Atención Primaria, la dotación de este aparataje en los centros del primer nivel asistencial, aporta un enorme valor y calidad al sistema sanitario. Por la mejora de la atención que representa al ofrecer un servicio más rápido, de fácil acceso y cercano al entorno del paciente, evitando desplazamientos a los hospitales.

Las espirometrías son estudios rápidos e indoloros

La espirometría es un estudio rápido e indoloro, en el que se utiliza un dispositivo denominado «espirómetro» para medir la cantidad de aire que pueden retener los pulmones de una persona (volumen de aire) y la velocidad de las inhalaciones y las exhalaciones durante la respiración (velocidad del flujo de aire), datos que son útiles para el diagnóstico y seguimiento de patologías respiratorias, que afectan a los pulmones y dificultan la respiración, como el asma y la fibrosis quística.

También puede utilizarse para determinar la causa de la falta de aire, la tos o la sibilancia (silbidos que se oyen al respirar), monitorizar el tratamiento de problemas respiratorios o evaluar el funcionamiento de los pulmones antes de una operación.

El espirómetro está formado por dos piezas: una boquilla y un tubo que se conecta a una máquina, que registra y muestra los resultados o se visualizan través de un programa informático. En general, la enfermera pide a la persona que se somete a esta prueba que inhale profundamente, se coloque el dispositivo en la boca con los labios sellados alrededor de la boquilla y después que exhale lo más rápido y fuerte posible, durante la mayor cantidad de tiempo posible.

Profesionales de Atención Primaria experimentados en administrar espirometrías

Para que este proceso tenga éxito, los profesionales de Atención Primaria experimentados preparan y dirigen todos los detalles a lo largo de la prueba, pues necesita de una incentivación muy especial, para asegurar que la persona colabora y tenga el valor esperado. El estudio se puede repetir varias veces para confirmar la precisión de los resultados y, en ocasiones, la espirometría suele realizarse antes y después de inhalar un medicamento, que indicará si es posible tratar con él su problema respiratorio.

Se ha demostrado que si hay una formación adecuada, el personal de enfermería está perfectamente capacitado para hacer estas pruebas de espirometrías  y la mayoría de los médicos de familia pueden interpretarla con resultados concordantes a los observados en la atención hospitalaria.

Asimismo, el procedimiento mejora la relación médico‐paciente con resultados clínicamente satisfactorios. Se trata de una prestación eficiente y muy fácil de evaluar, con gran aceptación por los usuarios, y que permite incrementar la capacidad resolutiva en la Atención Primaria. Respecto al personal sanitario, amplía su perfil profesional y sus posibilidades de actuación, y supone un estímulo al trabajo diario y una atención más personalizada y eficiente.

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