España se destaca con dos leyes en el ranking global de normas más insólitas, según BonusFinder

En el intrincado mundo de la legislación, las normas pueden variar enormemente de un lugar a otro, y lo que parece lógico en un contexto específico puede resultar insólito o incluso hilarante para una audiencia global. BonusFinder España, reconocido como el principal agregador mundial de ofertas y bonos de casinos y casas de apuestas online, ha revelado un ranking que recopila algunas de las leyes más curiosas y absurdas establecidas en diferentes partes del mundo.

Empezamos nuestro recorrido en Tenerife, España, donde sorprendentemente está prohibido construir castillos de arena en las playas sin un permiso previo del Ayuntamiento. Esta regulación busca proteger el entorno natural y asegurar un uso ordenado del espacio público. Mientras tanto, en el estado de Misuri, Estados Unidos, una ley prohíbe que los conductores viajen con un oso en el coche, una medida que probablemente surgió para evitar situaciones peligrosas tanto para el humano como para el animal.

En México, se estableció que está prohibido transportar cadáveres en vehículos privados con el fin de asegurar el manejo adecuado de los cuerpos y prevenir problemas de salud pública. Suiza, conocida por su rigurosidad, prohibe tirar la cadena del WC después de las 10:00 pm, una normativa que prioriza la reducción del ruido nocturno en áreas residenciales. En Warrington Bank Quay, Reino Unido, se implementó la prohibición de besos de despedida en las estaciones de tren desde 1910, todo para evitar que las despedidas prolongadas causen retrasos en los servicios.

Al traveling hacia Arizona, Estados Unidos, encontramos la peculiar ley que impide que los burros duerman en bañeras, evidencia de cuán específicas pueden llegar a ser las normativas. En Nueva Zelanda, hacer sonar la bocina de un coche en un parque está fuera de la ley, un esfuerzo por preservar la calma en los espacios de ocio. Mientras tanto, en Dinamarca, es ilegal tener más de 50 gatos en una sola vivienda, una ley que se centra en la salud y el bienestar tanto de personas como de animales.

En Grecia, resulta curioso que la venta de helado esté prohibida durante el invierno, probablemente para proteger a los vendedores de bajas ventas estacionales. Chile implementa la prohibición de cantar o tocar música en la vía pública sin permiso, con el objetivo de regular el uso de los espacios públicos. Otro ejemplo es México, donde está prohibido sacudir alfombras en la calle, una medida para mantener la limpieza urbana.

Australia no escapa a la lista de curiosidades legales, prohibiendo el uso de pelucas púrpuras, una restricción que seguramente surgió de un incidente específico. En Kentucky, Estados Unidos, cada persona debe bañarse al menos una vez al año, un recordatorio de la importancia de la higiene básica. Otra ley llamativa llega desde Cádiz, España, donde lanzar arroz en las bodas es ilegal, una medida para prevenir accidentes causados por las pequeñas semillas en el suelo.

La excentricidad de las leyes no se detiene ahí; en Sudáfrica, es ilegal luchar contra osos, una normativa presumiblemente diseñada para proteger a ambos, humanos y animales. En Bolivia, el uso de tacones altos en sitios históricos está prohibido para conservar los monumentos emblemáticos. En Alemania, tener un coche varado sin gasolina es ilegal, y en Bielorrusia, sorprendentemente, aplaudir está prohibido.

En el ámbito de los deportes, Estados Unidos se suma con la ley que prohíbe lanzar pulpos al campo en los partidos de hockey, mientras que en Villanueva de la Torre, España, dejar una fregona en el balcón no está permitido para preservar el orden y la estética en las áreas residenciales.

Estas normas, aunque puedan resultar sorprendentes o divertidas, están enraizadas en las preocupaciones y estructuras sociales de las comunidades que las adoptan. Reflejan, a menudo, intentos de mantener el orden, proteger el bienestar general o preservar el medio ambiente, mostrando un lado curioso de la legislación internacional. España, en particular, ofrece otros ejemplos, como la prohibición de jugar al dominó en las terrazas de Sevilla o la limitación de reservar espacio en la playa en Cullera, que invitan a una reflexión sobre el ingenio y la diversidad de los marcos legislativos globales.

Scroll al inicio