España, beneficiándose de ser el país europeo con el mayor número de horas de sol al año, se ha posicionado como líder en la explotación del sol para la producción de electricidad mediante el uso de placas solares fotovoltaicas. Este factor natural es empleado para generar energía eléctrica en abundancia y a un coste reducido a través de sistemas de autoconsumo, lo cual es crucial para la competitividad de la economía española frente a otras potencias industriales del norte de Europa con menores índices de horas solares.
El autoconsumo fotovoltaico ha sido considerado sector clave y estratégico por el gobierno español, lo cual se evidenció en 2022 con la instalación de más de 2,5 GW de nueva potencia para autoconsumo, elevando la capacidad fotovoltaica total del país a 25 GW. Esta expansión, sin embargo, se ha visto frenada significativamente en 2023 debido a la normalización de los precios de la energía, la inflación y la subida de los tipos de interés, impactando especialmente al sector residencial.
Empresas del ámbito, como Evolución Solar y gigantes como SolarProfit y Holaluz, han enfrentado desafíos económicos significativos, reflejando una caída en la demanda de instalaciones solares en viviendas y obligando a reestructuraciones importantes. Pese a estos contratiempos, el futuro del autoconsumo fotovoltaico en España se mantiene optimista con el gobierno actualizando su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, marcando una meta ambiciosa de 19 GW de potencia fotovoltaica de autoconsumo para el 2030.
Además, la comparación por potencia fotovoltaica per cápita con países como Alemania o Dinamarca resalta la necesidad de incrementar la capacidad de autoconsumo en España, especialmente ante la expectativa de creciente popularidad de los vehículos eléctricos. A esto se suma la posibilidad de una nueva escalada en el precio de la energía debido a tensiones geopolíticas, lo cual podría impulsar nuevamente la demanda de instalaciones fotovoltaicas.
Con estos factores en consideración, a pesar de la reciente desaceleración, la proyección del sector solar en España es altamente positiva, contando con el respaldo gubernamental y las condiciones naturales favorable, situando al país en una posición de liderazgo para el desarrollo de la energía solar en Europa y en el impulso global hacia un futuro energético sostenible.
