Con el calor en su apogeo, España se prepara para una temporada turística que promete ser récord. Se proyecta que este verano los turistas dejarán en el país una impresionante suma de 11.700 millones de euros, señalando un notable crecimiento económico en el sector, con un aumento del 22% en comparación con el año anterior. Se estima que el número de visitantes superará los 90 millones para finales de año, con un gasto promedio de 1.300 euros por persona, fortaleciendo así la posición del turismo como un pilar esencial de la economía española, al representar hasta el 13% del PIB nacional.
El auge turístico no es un fenómeno aislado. España ha mantenido una posición privilegiada como uno de los destinos turísticos más sobresalientes de Europa y a nivel global, recibiendo a más de 100 millones de turistas internacionales en 2022. Antes de los desafíos presentados por la pandemia del COVID-19, el país ya atraía a más de 120 millones de visitantes internacionales, cifra que supera con creces la población del país, ubicada en unos 48 millones de habitantes. Este verano, se espera no solo que crezca el número de turistas, sino también el desembolso en alojamiento, superando los 8.000 millones de euros, y un crecimiento del 6,7% en el gasto en servicios de restauración.
Este flujo turístico encuentra sus principales fuentes en países como el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos, con un notable incremento de visitantes también de Asia, en particular de China, que ha visto un aumento del 19% en el número de viajeros en comparación con el periodo pre-pandémico.
La diversidad cultural, la rica historia y las hermosas playas de España siguen siendo los principales atractivos para los visitantes, previéndose que regiones como Madrid, Cataluña, Baleares, Andalucía, Canarias y Valencia sean las más beneficiadas por este aumento del turismo.
En sintonía con esta creciente demanda, el sector turístico experimenta un dinámico auge de actividades e inversiones. Desde la significativa contribución al PIB hasta la ubicación estratégica de las regiones más visitadas, el turismo español ofrece un terreno fértil para atraer inversión internacional, gracias también a iniciativas gubernamentales y a la solidez de sus infraestructuras. Esto se traduce en oportunidades de expansión para cadenas hoteleras internacionales, aerolíneas y plataformas de viajes online, donde incluso las compañías aéreas de bajo costo buscan incrementar su presencia con nuevas rutas y mayores frecuencias de vuelo.
El sector de las agencias de viajes también se adapta a esta realidad, mejorando su oferta con paquetes más personalizados que incluyen desde excursiones hasta experiencias culturales y actividades de aventura. Además, la transformación digital se presenta como un elemento clave para facilitar a los viajeros internacionales la planificación de sus viajes, haciendo de España un destino aún más atractivo.
Las perspectivas para las empresas turísticas españolas, tanto cotizadas como no cotizadas, son muy positivas, anticipándose un aumento en ocupación, ingresos y valor de mercado. La expectativa de un crecimiento sostenido del turismo en España no solo beneficia la economía y el sector empresarial del país, sino que además refuerza la imagen de marca y la reputación internacional de las empresas españolas, subrayada por la alta satisfacción de los turistas.
Con toda esta actividad, España se consolida una vez más como el primer destino turístico mundial, lo que sin duda augura un verano de récord para el sector turístico del país.
