La temporada navideña se acerca rápidamente, y con ella llega la oportunidad perfecta para transformar nuestras mesas en escenarios deslumbrantes que capturen la esencia de las festividades. Las mesas, epicentros de las celebraciones familiares, se adornan este año con un estilo que combina lujo, nostalgia y una apreciación creciente por la sostenibilidad.
Este año, la paleta de colores que dominará las mesas navideñas resalta la calidez de las fiestas mediante la combinación de tonos rojos, dorados y negros. Estos colores no solo evocan el espíritu clásico de la Navidad sino que también aportan un aire sofisticado y moderno. A estos tonos se suman detalles vintage y artesanales, elementos que enriquecen la decoración con su carácter único y atemporal. Así, cada mesa se convierte en un reflejo de creatividad, elegancia y compromiso con el medio ambiente.
Las tendencias vintage pasan al primer plano, reviviendo el encanto de épocas pasadas. Los candelabros de bronce antiguos y las vajillas de porcelana con diseños clásicos son piezas clave para recrear este estilo evocador. Los textiles con bordados añaden un toque de nostalgia, mientras mantienen la elegancia inalterable con el tiempo.
Por otro lado, la decoración natural y sostenible continúa ganando adeptos. Elementos naturales como piñas, ramas de abeto, flores secas, bayas rojas y hojas doradas aportan frescura y un toque rústico a las mesas. Además, estos materiales no solo embellecen, sino que también refuerzan la conciencia ecológica, pues muchos son fácilmente reutilizables o recolectables.
En consonancia con esta tendencia hacia lo natural, los adornos artesanales se convierten en un elemento distintivo, proporcionando un aire personalizado a la decoración. El fenómeno DIY (hazlo tú mismo) está en auge, motivando a muchos a crear sus propias piezas decorativas, como adornos para el árbol navideño, coronas, guirnaldas y pequeños detalles para agasajar a los invitados.
El color rojo, un clásico de la Navidad, regresa con renovado protagonismo. Este año, no solo será visible en los textiles o pequeños detalles, sino que también destacará en la vajilla, reforzando el carácter festivo y elegante de las cenas navideñas. La combinación del rojo con elementos dorados o negros crea un contraste visual que realza la elegancia de la mesa.
Los detalles dorados jugarán un papel crucial, añadiendo una luminosidad que equilibra lo clásico con lo contemporáneo. Cada pieza cuenta, y la cubertería dorada se convierte en el toque final que eleva la mesa a una obra de arte.
Sandra Marcos, reconocida decoradora de interiores especializada en estilismo residencial, comenta sobre estas tendencias: «Este año, las tendencias se inclinan hacia la sofisticación con una apuesta clara por lo vintage, donde los tonos rojos evocan calidez, mientras que los detalles dorados y negros añaden lujo y elegancia».
En suma, la decoración navideña de este año no solo es una celebración de estilos y colores, sino también una manifestación de intención hacia un futuro más consciente y sostenible, sin sacrificar por ello la belleza y la calidez que caracteriza a esta especial festividad.
