En verano aumenta un 66% el uso de aplicaciones educativas: ¿Qué beneficios tienen para los menores?

El curso escolar ha terminado y ahora los niños tienen por delante más de dos meses de vacaciones para disfrutar del verano, alejados de las aulas. Es el momento de descansar, relajarse y jugar, pero también de repasar los conocimientos adquiridos durante el año. La buena noticia es que el repaso también puede formar parte del ocio y la diversión, gracias a las apps educativas.

Estas herramientas son cada vez más populares en nuestro país. De la mano de un incremento de los dispositivos tecnológicos en las aulas (+8% en 2022), se han convertido en una herramienta habitual en numerosos centros educativos. El secreto de su éxito reside en la utilización de elementos recreativos, como juegos, cuentos, vídeos o animaciones, que captan la atención de los menores y les motivan a seguir aprendiendo.

Existen muchas apps educativas, disponibles en el mercado, que abarcan diferentes temáticas y niveles formativos, pero, según el informe de Qustodio ‘De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales’, aquellas a las que los niños españoles dedican un mayor número de minutos diarios son:

Smartick: 29 minutos. Es la única herramienta educativa online cuyo tiempo de uso en España no ha parado de crecer año tras año. Incluso en 2022 -tras volver a la normalidad después de la pandemia- ha aumentado los minutos de actividad con respecto a 2021(26 min/día). Las niñas de entre 7 y 9 años son el público más fiel de este método online, en la que suelen permanecer unos 34 minutos al día realizando ejercicios de matemáticas o lectura adaptados a su ritmo y nivel educativo.

Kahoot!: 13 minutos. Su uso destaca especialmente entre los chicos de 7 a 12 años, que pasan una media de 16 minutos diarios respondiendo sus cuestionarios interactivos y/o compitiendo con otros usuarios.

Duolingo: 10 minutos. Los niños entre 7 y 9 años son los mayores fans de esta app a la que se conectan hasta 18 minutos diarios para aprender idiomas de forma amena y eficaz, con lecciones cortas y personalizadas que se adaptan al nivel del usuario.

Quizlet: 9 minutos. Es la app educativa más visitada por el grupo de chicas de entre 16 a 18 años que practican durante 15 min/día con sus tarjetas didácticas, juegos y test, para repasar y memorizar conceptos de diversas materias.

Photomath: 6 minutos. Chicas y chicos emplean por igual (6 min/día) esta sorprendente app que soluciona problemas matemáticos con solo apuntar la cámara del móvil, mostrando el resultado y el procedimiento paso a paso.

En verano, a los menores les encanta utilizar sus dispositivos digitales para pasar el rato con los videojuegos, ver contenidos en streaming, relacionarse en redes sociales, etc. pero también para entretenerse con las apps educativas que han descubierto durante el curso.

Así, durante los meses de julio y agosto aumenta hasta en un 66% el promedio de minutos que los niños pasan en este tipo de aplicaciones. Pero la distracción que proporcionan no es su único punto a favor. Desde Qustodio, líder mundial en seguridad y bienestar digital para familias, quieren exponer los beneficios adicionales que el uso estival de estas aplicaciones tiene para los jóvenes:

– Les ayuda a repasar y consolidar los conocimientos adquiridos durante el curso escolar, evitando que olviden conceptos y que pierdan el hábito de estudio.
– Les da la opción de practicar con actividades lúdicas, creativas y experimentales que estimulan su curiosidad y motivación por el aprendizaje.
– Los prepara para afrontar el nuevo curso con más confianza y seguridad, al repasar las materias más difíciles o que son fundamentales para el siguiente nivel.
– Les ofrece la oportunidad de aprender -individualmente o en familia- cosas nuevas y descubrir distintas aficiones, como la programación, la lectura de mapas o los idiomas.
– Les facilita el acceso a recursos educativos de calidad desde cualquier dispositivo móvil o tableta, sin necesidad de adquirir otros libros o materiales.

Para Eduardo Cruz, CEO y co-fundador de Qustodio, «las apps educativas son una buena herramienta para el verano, ya que los juegos, vídeos e imágenes que utilizan son más atractivos para la mente de los niños que los tradicionales cuadernos de vacaciones. La clave está en que aprenden casi sin darse cuenta, porque están divirtiéndose».

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