La tasa de actividad laboral de las personas con discapacidad en España es del 34,6% y el 65,4% no tiene empleo ni lo busca. Aunque se ha registrado un aumento en la contratación de personas con discapacidad en empresas ordinarias, la mayoría de contratos aún se firman en Centros Especiales de Empleo (CEE). Sin embargo, los CEE deberían tener como finalidad la inclusión de las personas con discapacidad en el régimen de trabajo ordinario, constituyendo un puente transitorio para adquirir habilidades y competencias. La situación actual desvirtúa su naturaleza y limita el acceso a empleos ordinarios. Diversos factores aceleran la inclusión laboral de personas con discapacidad en empresas, como las políticas de diversidad, la preocupación por criterios ESG y rentabilidad, la aportación de habilidades únicas y perspectivas innovadoras, y la mejora de la imagen de la empresa. Sin embargo, existen algunos frenos que dificultan la penetración de estos profesionales en las empresas, como la falta de profesionales con discapacidad con un perfil que se adapte a las vacantes, las barreras que implica la actividad laboral en ciertos sectores, el temor a ausentismos excesivos, la cultura organizacional no preparada para la inclusión laboral de personas con discapacidad, y la creencia errónea de que las adaptaciones al puesto de trabajo son costosas. Es importante sensibilizar a las empresas sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad y desarrollar estrategias que favorezcan su inclusión en la sociedad.