En una noche repleta de emociones y sorpresas, la gala especial de «MasterChef 12» con las visitas de los familiares de los aspirantes se convirtió en un tema de conversación nacional no solo por el reencuentro de los concursantes con sus seres queridos sino también por una sorpresa muy especial: la participación de Jesús, el hijo de Pepe Rodríguez, uno de los jueces del programa. Esta inclusión marcó la primera vez que un familiar directo de los chefs reconocidos del programa se unió a la competición, desatando una oleada de reacciones entre la audiencia.
Los chefs, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo Nágera y Jordi Cruz, decidieron llevar a un giro inesperado la dinámica invitando a los familiares de los concursantes para elevar el ánimo antes de la recta final de la competencia. Sin embargo, la presencia de Jesús Rodríguez tomó por sorpresa no solo a los concursantes sino también a la audiencia, siendo el regalo especial para Pepe Rodríguez. Jesús no solo demostró tener un gran parecido físico y carisma similar al de su padre, sino que también se atrevió a enfrentarse a los fogones junto a él, tal y como lo hicieron los demás aspirantes con sus familiares.
Esta visita desencadenó una multitud de comentarios en las redes sociales, particularmente en X (anteriormente conocido como Twitter), donde los espectadores no tardaron en expresar su asombro y admiración por el joven. Desde comparaciones con celebridades hasta bromas sobre su buen parecido y habilidades culinarias, Jesús Rodríguez se convirtió rápidamente en uno de los contenidos más comentados de la noche. «Necesito el Instagram del hijo de Pepe. Es para un amigo…», «¿No será el hijo de Pepe Edward Cullen?», y «¿El hijo de Pepe o Robert Pattinson?» fueron solo algunos de los comentarios que reflejan la fascinación del público.
A pesar de la ola de elogios, no todos los comentarios fueron positivos, ya que algunos telespectadores destacaron sus aparentes pocas dotes para la cocina. No obstante, esto no impidió que el joven se convirtiera en uno de los puntos fuertes de la noche, especialmente después de deslizar una humorística petición a Jordi Cruz, suplicándole visitar su casa para cocinar, ya que según él, su padre «siempre hace las mismas cosas».
La presencia de Jesús en «MasterChef 12» sin duda dejó una huella imborrable, no solamente por el impacto mediático generado sino también por la muestra de cercanía y humanidad de los jueces, quienes, más allá de su exigencia en la competencia, también son figuras paternas y familiares fuera del set.
