No cabe duda de que el sector de los frutos secos es uno de los que más crecimiento está teniendo en Castilla-La Mancha, por muchos motivos, pero, entre otros, su capacidad de adaptación a la tierra. Con casi 45.000 hectáreas cultivadas, es una de las apuestas de los agricultores que, por desgracia, han visto cómo los precios no se ajustan a los comportamientos del mercado.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se denuncia que, debido al comportamiento de los operadores con los precios, con prácticas que se podrían calificar como abusivas, se alcanza una serie de acuerdos sobre bajadas de precios que no ayudan en absoluto al crecimiento de un pistacho en claro ascenso en producción y como apuesta de futuro. “Hay que aprovechar estas experiencia y conocimiento previos en otros sectores, pues los frutos secos están llamados a convertirse en otro referente de la región, líderes nacionales”, indican desde UPA.
Teniendo en consideración la experiencia previa de los agricultores en el sector en cuanto a la organización de cooperativas, desde UPA se entiende que se trata de una buena alternativa a la fijación de precios y el control sobre los mismos; para que estos acuerdos bilaterales no reviertan en que el trabajo de los agricultores cueste cada vez menos, como parece que está sucediendo. Hay ejemplos como el pistacho en ecológico que ha bajado de los 6 a los 4 euros el kilogramo, sin que haya excusas para esta bajada, salvo la decisión unilateral del operador.
Los agricultores denuncian este tipo de comportamiento, estas prácticas abusivas que condicionan a los agricultores porque están en manos de los operadores debido al poco margen de maniobra que tienen los pistacheros como consecuencia de las características del cultivo, desde que se recolectan los pistachos hasta su secado; una situación que claramente aprovechan para presionar con precios a la baja, aunque la producción o las condiciones de mercado sean favorables.