El Secreto Olvidado en el Control de la Rosácea: La Importancia del Exfoliante Físico

La exfoliación, cuando se realiza correctamente, puede ser un valioso aliado para aquellas personas que padecen rosácea. Aunque esta condición cutánea se presenta sin una cura definitiva y es poco comprendida, es posible controlarla mediante ciertos cuidados específicos. La exfoliación física, que utiliza partículas granuladas, emerge como una estrategia eficaz para este fin.

Raquel González, reputada cosmetóloga y creadora de Byoode, menciona que aunque la piel con rosácea es particularmente sensible, una exfoliación adecuada no solo mejora el enrojecimiento visible, sino que también ayuda a combatir la hipersensibilidad y la sensación de tirantez. Esta práctica debe ser parte de una rutina bien establecida para asegurar que los beneficios sean notables sin causar irritación.

La rosácea, caracterizada por un tono rosado intenso en la piel del rostro, sensibilidad y la aparición de pequeñas lesiones, requiere de cuidados meticulosos. Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, explica que la rosácea responde de manera reactiva a factores externos como cambios en el ambiente, la alimentación o el estrés. Asimismo, Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, menciona dos elementos que agravan la condición: el exceso de grasa y el Demodex, un ácaro que vive en la piel.

Ana Yuste, directora dermocosmética de Rosalique, destaca que el Demodex tiende a multiplicarse en la piel con rosácea, generando un desafiante desequilibrio. La exfoliación física, al eliminar células muertas y residuos grasos, reduce la presencia de este ácaro y, por ende, la hipersensibilidad y deshidratación. Además, un correcto masaje durante el proceso de exfoliación estimula la microcirculación y la renovación celular, mejorando la salud cutánea en general.

La exfoliación juega un papel fundamental en la regulación de la producción sebácea, otro de los desafíos en la piel con rosácea, según aclara Estefanía Nieto. Este proceso ayuda a controlar el exceso de sebo, permitiendo restablecer el equilibrio de la piel. Sin embargo, la aplicación de la exfoliación debe ser prudente y moderada. Exfoliar la piel dos o tres veces por semana es suficiente para mantenerla limpia y libre de residuos sin provocar efectos adversos.

Entre los productos recomendados para este proceso se encuentra Adzuki & Ragi Fantasy de Byoode, un exfoliante en polvo que proporciona una acción tanto física como química gracias a la gluconolactona y el ácido fítico. Por otro lado, Gentle Buffing Gelée de Omorovicza ofrece una exfoliación suave mediante partículas naturales de AHA y lufa, proveyendo además un efecto refrescante y revitalizante.

Ana Yuste subraya que, junto con la exfoliación, es esencial el uso de cosméticos que calmen e hidraten la piel para maximizar los beneficios y prevenir la irritación. Además, sugiere incorporar cremas con coloreado corrector y micropartículas verdes que neutralicen el enrojecimiento.

Rosalique Anti-Redness Miracle Formula 3 in 1 se presenta como una opción ideal para quienes buscan un cuidado especial. Con ingredientes como la urea, alfa-bisabolol, pantenol y manteca de karité, ofrece una corrección efectiva del color en pieles con rosácea, además de brindar protección solar SPF50.

En definitiva, la exfoliación física, cuando se integra adecuadamente a una rutina de cuidado de la piel, puede ser un recurso potente para quienes lidian con la rosácea, mejorando significativamente la apariencia y la salud de la piel afectada.

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