El presidente Donald J. Trump ha firmado una proclamación para establecer el «Proyecto Homecoming», una iniciativa destinada a fomentar que los inmigrantes ilegales abandonen voluntariamente Estados Unidos. Con esta medida, se busca ofrecer a quienes se encuentran en situación irregular una opción clara: optar por salir del país con apoyo y asistencia financiera del gobierno o enfrentarse a estrictas acciones de cumplimiento y posibles sanciones.
El nuevo programa ofertará un proceso simplificado para la salida de los inmigrantes a través de la aplicación CBP Home, asegurando vuelos gratuitos y asistencia en los aeropuertos, incluso para aquellos que carecen de documentos de viaje válidos. Un atractivo adicional consiste en un «bono de salida» que se ofrecerá a quienes accedan a dejar el país de manera voluntaria y permanente.
Además, el Proyecto Homecoming incluirá una campaña de comunicación a nivel nacional para informar a los inmigrantes sobre esta opción, así como sobre las consecuencias de no abandonar el país, que incluyen la posibilidad de ser removidos, enjuiciados, multados, y perder propiedades a través de confiscaciones. En caso de que no se les convenza de partir, se llevará a cabo una intensificación de las deportaciones, con la incorporación de 20,000 agentes adicionales al cumplimiento de las leyes de inmigración.
Esta medida responde a una situación crítica según la administración Trump, que ilustra cómo, bajo la administración anterior, la frontera sur fue objeto de un aumento en la actividad de carteles, pandillas criminales y tráfico humano. Las políticas consideradas laxas del actual gobierno han permitido la entrada de miles de inmigrantes ilegales cada día, con una preocupante desaparición de un 40% de quienes son liberados bajo el sistema de «catch-and-release».
Las autoridades del gobierno de Trump resaltan que la inmigración ilegal tiene un costo fiscal significativo para el país. En el año fiscal 2023, se estima que este costo superó los 150 mil millones de dólares en recursos para servicios que predominan como salud, educación y asistencia social dirigidos a ciudadanos. Con el lanzamiento del Proyecto Homecoming, se espera no solo reducir esta carga financiera, sino también restituir servicios básicos para los estadounidenses.
Los esfuerzos del presidente para asegurar la frontera y priorizar las necesidades de los ciudadanos estadounidenses se han evidenciado a través de una serie de acciones desde su llegada a la Casa Blanca, incluyendo la declaración de una emergencia nacional en la frontera y el despliegue de tropas adicionales para patrullas, así como la reanudación de la construcción del muro fronterizo.
El Proyecto Homecoming marca un paso significativo en una serie de políticas deportivas que, según la administración, son necesarias para proteger a la población estadounidense y reducir lo que consideran una invasión migratoria. Con un enfoque centrado en la seguridad y la legalidad, el gobierno busca revertir el periodo de laxitud en la frontera y restablecer un sistema de inmigración que, según dicen, beneficie a los ciudadanos estadounidenses en primer lugar.
Fuente: WhiteHouse.gov
