El Desfile de las Banderas de Ánimas, uno de los acontecimientos más emblemáticos del Carnaval de Malagón, se ha manifestado una vez más como el símbolo de una tradición que data de hace medio milenio. Este año, la festividad ha contado con la asistencia del presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde, quien ha tenido el honor de unirse a los lugareños en este acto profundamente arraigado en la cultura local.
Valverde, acompañado por Adrián Fernández Herguido, concejal y vicepresidente de la Diputación, no solo ha asistido sino que también ha tomado un papel activo al portar una de las más de 40 banderas que han desfilado por las calles del pueblo. Estas enseñas, caracterizadas por estar elaboradas con telas oscuras de gran nobleza, están ornamentadas con bordados dorados y sedas coloridas, coronadas con cintas y ramilletes florales, elementos que les confieren un aire solemne y majestuoso.
La procesión de las Banderas de Ánimas es un evento que infunde silencio y respeto entre los habitantes de Malagón, quienes se ven inmersos en la celebración del Carnaval. El desfile tiene como propósito honrar la memoria de aquellos que ya no están y recordar a las ánimas en el purgatorio, acompañando su recorrido con el sonido grave y constante del tambor. Se trata de un momento de introspección colectiva sobre la naturaleza efímera de la vida y la importancia de cuidar el alma en su viaje eterno.
El ritual se completa con la celebración de una Eucaristía y la imposición del blusón negro y el tradicional pañuelo de hierbas, actos en los que también ha participado el presidente Valverde. La Asociación Banderas de las Ánimas de Malagón, liderada por Juan Bautista Cañadillas Navarro, ha sido la encargada de mantener viva esta costumbre que tanto Valverde como el resto de la comunidad consideran un tesoro de su patrimonio cultural.
La singularidad y la solemnidad con la que se vive este desfile de las Banderas de Ánimas han sido determinantes para que, en 2015, los Carnavales de Malagón fueran declarados de Interés Turístico Regional, una distinción que subraya el valor y la belleza de esta tradición centenaria.
