El mercado inmobiliario residencial en España ha experimentado una desaceleración en el segundo trimestre del año debido a la presión inflacionista y los costes de financiación elevados. Sin embargo, según el informe II Solvia Market View 2023, los precios de compraventa de vivienda han retomado su tendencia al alza, aunque las transacciones han registrado un descenso.
Según el análisis realizado por la compañía de servicios inmobiliarios, entre los meses de abril y junio, el coste para adquirir una vivienda aumentó un 3% trimestral y un 1,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto significa que los precios de los inmuebles residenciales continúan creciendo y se espera que el año cierre con un aumento de entre el 1,5% y el 2,5% interanual.
Según Ernesto Ferrer-Bonsoms, director de Negocio de Solvia, «el ejercicio actual será de ‘estabilización’ para el sector del Real Estate. Factores como el incremento de los precios o el encarecimiento del dinero tienen su consecuencia lógica en un ajuste en el número de operaciones registradas». A pesar de esto, los niveles de actividad se mantienen elevados, por encima de las cifras alcanzadas en los años previos a la pandemia.
En el segundo trimestre se contabilizaron 151,983 compraventas, lo que representa un descenso del 5,6% en comparación con el trimestre anterior, y un descenso del 7,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En el caso de la vivienda nueva, se registró un aumento del 3,1% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que las viviendas usadas experimentaron una caída del 9,4%.
A pesar del descenso en el número de transacciones, estas se mantuvieron en niveles elevados, en gran parte debido a la compra de viviendas por parte de extranjeros. En el segundo trimestre, casi el 15% de las transacciones fueron realizadas por extranjeros, alcanzando niveles cercanos a máximos históricos.
En cuanto a los precios por comunidad autónoma, algunas han mostrado descensos. Navarra y Asturias registraron los mayores aumentos de precios, con tasas cercanas al 24% y 11%, respectivamente. Por otro lado, La Rioja, Cantabria y País Vasco fueron las únicas regiones en las que se registraron descensos.
A nivel provincial, 26 territorios registraron precios por encima de 800€/m2, pero ninguno alcanzó los 1,500€/m2. Gipuzkoa, Madrid e Illes Balears fueron las provincias con los precios más elevados, superando los 3,200€/m2, mientras que Ciudad Real y Cuenca no llegaron a los 700€/m2.
En cuanto a las principales ciudades españolas, Madrid ha desbancado a Barcelona como la segunda ciudad más cara del país, solo por detrás de San Sebastián. El precio medio de la vivienda en Madrid se situó en 3,654€/m2, frente a los 3,619€/m2 de Barcelona.
En cuanto a la contratación de hipotecas, esta ha experimentado una caída de casi el 15% en comparación con el trimestre anterior y de más del 21% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto se debe al incremento de los tipos de interés, lo que dificulta el acceso a la propiedad para algunos compradores.
En cuanto al alquiler, el precio ha seguido aumentando durante el segundo trimestre hasta alcanzar los 11.9€/m2, un aumento del 2.6% en comparación con el trimestre anterior y del 5.3% respecto al mismo periodo del año anterior. Illes Baleares fue la provincia más cara para el alquiler, seguida de Barcelona y Madrid.
En resumen, el mercado inmobiliario residencial en España ha experimentado una desaceleración en el segundo trimestre del año, pero los precios de compraventa de vivienda han retomado su tendencia al alza. A pesar de esto, se ha registrado un descenso en el número de transacciones y en la contratación de hipotecas, debido a la presión inflacionista y los costes de financiación elevados. El alquiler, por otro lado, ha aumentado debido a la escasa oferta y la fuerte demanda.