El portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, Mane Corral, ha emitido duras críticas hacia el alcalde saliente, el socialista José Luis Blanco, acusándolo de abandonar su responsabilidad al frente de la municipalidad tan solo siete meses después de haber sido reelegido. Corral afirma que Blanco parte dejando tras de sí una gestión perjudicial para la localidad, con problemas tales como impagos, inseguridad y servicios públicos deficientes.
Según Corral, la administración de Blanco se ha caracterizado por nóminas sin pagar, licitaciones inconclusas, suciedad en las calles y trabajadores descontentos, que no reciben compensación por sus horas de trabajo. A su parecer, el alcalde ha mostrado una clara falta de compromiso al aceptar un puesto directivo en Renfe, decisión motivada por «anteponer sus intereses personales» en detrimento de los ciudadanos azudenses.
El conflicto, tal como lo plantea Corral, no es meramente local. Implica una trama política de mayor envergadura que relaciona a José Luis Blanco con los movimientos tácticos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a nivel provincial y nacional. Sugiere que el alcalde forma parte de una estrategia del PSOE de Guadalajara y que su nueva posición en Renfe se vincula con los intereses del presidente del partido, Pedro Sánchez.
Corral insiste en que el Grupo Popular ya había alertado sobre maniobras políticas gestadas desde la dirección del PSOE de Guadalajara y menciona disputas internas entre los miembros del partido, incluyendo al Señor Bellido, acusado por Corral de intentar influir en los asuntos de Azuqueca de Henares a través de medios no democráticos.
El portavoz popular denuncia lo que califica como una «guerra de poder» dentro del PSOE, afectando específicamente a la figura de Blanco y Bellido y, por extensión, a los ciudadanos de Azuqueca, quienes se ven perjudicados por estos conflictos internos. Esta situación, según Corral, representa «la política más sucia, rastrera y lamentable».
Critica también lo que percibe como una imagen patética dada por el Partido Socialista local y sostiene que para el Partido Popular, el compromiso político es con la calle y los vecinos, enfocándose en resolver los problemas cotidianos, rechazando el tipo de política de despacho que según él se ha constatado con las acciones del PSOE.
