En un llamado a intensificar las medidas contra Rusia, los miembros del Parlamento Europeo han exigido sanciones más específicas dirigidas a la llamada «flota en la sombra» del Kremlin, un entramado naval que se ha convertido en un apoyo económico crucial para el esfuerzo bélico de Moscú en Ucrania. Este pedido fue formalmente presentado por el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento, en un intento por cortar uno de los flujos financieros que alimentan la maquinaria de guerra rusa.
La «flota en la sombra» es un conjunto de embarcaciones que operan bajo banderas de conveniencia y con una estructura de propiedad opaca, permitiendo a Rusia eludir las sanciones previamente impuestas y continuar el comercio internacional de productos energéticos y otros bienes estratégicos. Según expertos, este mecanismo ha sido vital para sostener la economía rusa frente a las repercusiones de las sanciones occidentales.
El Parlamento Europeo ha puesto presión sobre los Estados miembros de la Unión, instándolos a cooperar más estrechamente con aliados internacionales para identificar y sancionar a estas entidades evasoras. «Es crucial que la UE adopte un enfoque más duro y eficiente para cerrar las brechas que quedan en el régimen de sanciones», argumentó un miembro destacado del Comité de Asuntos Exteriores durante la sesión.
Además de las sanciones, los eurodiputados han sugerido la implementación de medidas de seguimiento más rigurosas que permitan una vigilancia activa sobre las rutas marítimas utilizadas por este grupo de naves, muchas de las cuales cambian con frecuencia de nombre o bandera para evitar detección. La iniciativa busca no solo asfixiar financieramente al régimen ruso, sino también enviar un mensaje claro sobre el compromiso europeo hacia la paz y la estabilidad en Ucrania.
Mientras tanto, desde el Kremlin, no ha habido una respuesta oficial a estos nuevos desarrollos, aunque Moscú ha reiterado en múltiples ocasiones que considera las sanciones como un intento infructuoso de Occidente para debilitar a Rusia. Sin embargo, en Bruselas, la atmósfera es de urgente determinación, con la esperanza de que, al cerrar esta brecha, se pueda añadir presión económica significativa que incline la balanza hacia una resolución pacífica del conflicto.
Este paso subraya la continua preocupación del Parlamento Europeo sobre la resistencia de la economía rusa ante las restricciones internacionales y refleja la creciente presión por parte de los legisladores europeos para adoptar tácticas más efectivas en uno de los conflictos más críticos de la región en las últimas décadas.
Nota de prensa UE