El Gobierno de Castilla-La Mancha, dentro del contexto del actual brote de listeriosis, tomó medidas desde tres ámbitos de actuación complementarios.
Desde el punto de vista de vigilancia epidemiológica y de inspección y control sanitario, siguiendo con las recomendaciones marcadas desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
En segundo ámbito es el informativo, llegando a la población a través de notas de prensa como vienen haciendo desde hace días, o proporcionando información sobre listeriosis en la web https://sescam.castillalamancha.es, ayudando a resolver las dudas de la ciudadanía sobre la listeriosis en https://sescam.castillalamancha.es/ciudadanos/cuida-tu-salud/pagina/Listeriosis.
El tercer ámbito es el de la centralización de información en la Dirección General de Salud Pública. Hasta el momento, hay tres casos probables, pendientes de confirmación del brote de listeriosis por consumo de carne mechada de la marca ‘La Mechá’, que fue adquirida en Sevilla y se encontró en Cuenca, sin que los tres usuarios afectados hayan necesitado ser hospitalizados.
Listeriosis
La listeriosis es una enfermedad que transmite la bacteria denominada ‘listeria monocytogenes’ y habita en la tierra y el agua. A su vez, puede encontrarse en una variedad de alimentos crudos, en alimentos procesados y fabricados con leche no pasteurizada.
Su contagio es a través de la ingesta de alimentos contaminados con esta bacteria, y la infección no se trasmite de una persona a otra.
Puede afectar a cualquier persona, ya que se trata de una infección alimentaria, pero suele ser más propensa en mujeres embarazadas, fetos en desarrollo, bebés y/o personas con sistemas inmunológicos debilitados, así como en personas mayores de 65 años.
La mayoría de los procesos de la bacteria originan una enfermedad gastrointestinal. En ciertos casos puede producirse una septicemia (infección en la sangre) o una meningitis (inflamación de las membranas que cubren el cerebro)
Síntomas
Las personas con una listeriosis suelen desarrollar síntomas unos días después de la ingesta de los alimentos contaminados y cabe la posibilidad de que aparezcan hasta 70 días después de la misma.
Generalmente, los síntomas se suelen presentar a través de fiebre, dolores musculares, náuseas, vómitos o diarrea, rigidez de cuello, confusión y debilidad.