Alcázar de San Juan (Ciudad Real), 4 de noviembre de 2017.- La directora gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Regina Leal, ha destacado hoy durante la inauguración del XVII Congreso de la Federación Española de Enfermos Alcohólicos y Familiares (ANDAR) la importante labor desarrollada desde hace años por el movimiento asociativo en el afrontamiento de los problemas derivados de las adicciones.
En este sentido, ha señalado que tanto el Plan Regional de Castilla-La Mancha de Drogodependencias y otras Adicciones Horizonte 2018, como el nuevo Plan de Salud Mental, que verá la luz en breve, refuerzan en papel de estos colectivos asociativos en el desarrollo de programas y actividades en coordinación con la red de dispositivos de salud mental y de los servicios sociales.
Programas y actividades, ha añadido la directora gerente del SESCAM, que contemplan varias líneas de actuación que van desde la sensibilización y la lucha contra el estigma, hasta el empoderamiento de las personas con problemas de salud mental, el apoyo mutuo, acompañamiento y servicios de información y orientación.
“Es necesario, y así lo haremos, el establecimiento de órganos estables de participación y de coordinación con el tercer sector que permitan, por un lado, el aprovechamiento de la capacidad de acción demostrada por estas entidades y, por otro, la participación de la comunidad en la solución de los problemas derivados del consumo de drogas y de otros compotamientos adictivos”, ha asegurado Leal.
La responsable del SESCAM ha mostrado su convencimiento de que el movimiento asociativo, en tanto que permite canalizar y articular la participación ciudadana, debe tener un papel activo en la planificación y realización de las intervenciones, participando en su ejecución de manera coordinada con las distintas administraciones.
A este respecto, y en aras de que esa participación sea de calidad, ha recordado que el Plan Regional de Drogodependencias y otras Adicciones contempla la mejora de la capacitación de asociaciones de padres y madres de alumnos, vecinos, personas con adicciones y sus familiares que intervienen en la prevención del consumo de drogas o en la atención a las personas con drogodependencias.
Lucha contra el estigma
Por otra parte, la directora gerente del SESCAM ha señalado que uno de los problemas más frecuentes a la hora de prestar atención a los trastornos por conductas adictivas es la falta de comprensión de la sociedad “porque cuesta entender que se trata de enfermos con los mismos derechos”. A este respecto, ha elogiado el trabajo de la Federación ANDAR en la lucha contra el estigma de la adicción al alcohol.
“Estigmatizando la enfermedad solo acrecentamos el problema, pues lleva a que las personas que lo sufren sientan vergüenza a la hora de pedir ayuda”, ha afirmado Leal, quien ha añadido que la lucha contra el estigma que desempeñan las asociaciones “permite, como bien expresa el lema de este XVII Congreso, ‘Somos parte de la solución’, convertir el problema en solución, a través de la ayuda entre iguales”.
Según Leal, la ayuda entre iguales hace que todas y cada una de las experiencias de las personas que padecen un trastorno por dependencia de alcohol sean importantes y además útiles para uno mismo y otras personas. En este sentido, ha reiterado la intención de la Consejería de Sanidad de seguir potenciando la participación del movimiento asociativo a la hora de afrontar los problemas de adicción tanto por parte de las personas que lo padecen como de sus allegados.
La importancia de la prevención
La directora gerente del SESCAM se ha referido finalmente a la importancia de incidir en la prevención del inicio del consumo mediante programas dirigidos tanto a menores de edad como a la población adulta. En el caso del alcohol, la sustancia más consumida en Castilla-La Mancha, debe ser el objetivo fundamental de las intervenciones preventivas.
Asimismo, ha señalado que en el abordaje de los trastornos relacionados con esta sustancia, y que generan cerca de la mitad de las admisiones a tratamiento por drogodependencias, los cambios deben ir orientados a la detección e intervención precoz entre los consumidores, y a un cambio en la actitud social que rechace el consumo de riesgo y promueva la búsqueda de ayuda profesional cuando el alcohol genere problemas.
