Toledo, 3 de agosto de 2017.- Ante el nuevo episodio de espumas detectado desde ayer en el río Tajo a su paso por la capital regional, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha denunciado que el “Tajo medio a su paso por Toledo y Talavera está prácticamente muerto y dónde realmente está desembocando el río es en el Mediterráneo y no en el Atlántico que es dónde debería hacerlo”.
Así lo ha señalado hoy el delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás, quien en nombre del Ejecutivo regional ha vuelto a exigir al Gobierno de España una solución urgente “ante la situación insostenible del Tajo a su paso por Toledo y Talavera”, reclamando que “ponga en marcha el Plan de Depuradoras y aumente el caudal mínimo de agua que tiene que pasar por estas dos ciudades, para recuperar la cantidad y la calidad de agua en el Tajo que nos merecemos los castellano-manchegos, los toledanos y los talaveranos”.
Javier Nicolás ha recordado que “la importante” escasez de caudal y la falta de calidad en el agua que registra el río Tajo a su paso por la provincia de Toledo “se repite desde hace años” y esto es lo que viene provocando desde hace meses la repetida aparición de espumas en el cauce del río, una gran abundancia de algas, un nivel de oxígeno mínimo en su agua, malos olores y plagas de insectos, tanto en Toledo como en Talavera de la Reina.
Asimismo, ha recordado la grave situación en la que se encuentran los embalses de cabecera del Tajo “con un mínimo 11 por ciento del total de su capacidad y dónde sólo queda apenas barro” y ha criticado que a consecuencia de los “constantes” trasvases realizados al Levante “cada vez es mayor la cantidad de agua que entra en Toledo procedente del río Jarama, ya que de los 20 metros cúbicos por segundo que debería tener de caudal mínimo, sólo entre 3 y 4 metros cúbicos proceden realmente del Tajo”.
Por ello, el delegado de la Junta ha señalado que “el Tajo a su paso por Toledo es como una cloaca” e incidía en que la Comunidad de Madrid también “debería mejorar la depuración de sus aguas residuales” que van a parar al río Jarama, para poder conseguir que “el Tajo llegue en un estado más saludable a Toledo y Talavera y que su flora y fauna estén en buenas condiciones”.