El Gobierno de Castilla-La mancha mostró todo su “apoyo, respeto y compromiso” al colectivo LGTBI, y dentro de éste a las personas trans “que lo tienen aún más difícil”. Con estas palabras lo ha expresado la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández en el debate general sobre la problemática de las personas trans celebrado hoy en las Cortes regionales en el que ha recordado las dificultades y la discriminación que encuentran.
Así lo evidencian unas tasas de desempleo que llegan hasta el 80 por ciento, las situaciones de acoso que sufren, la enorme dificultad de someterse a los tratamientos hormonales o quirúrgicos para cambiar de sexo si ese es su deseo y la falta de visibilidad de sus necesidades en el mundo rural.
“El Gobierno regional -ha dicho la consejera- tiene la convicción profunda de que la igualdad radical entre las personas es una aspiración irrenunciable” y así lo reflejará la futura ley de igualdad LGTBI que está elaborando el ejecutivo de la mano de los colectivos y la sociedad civil con la voluntad de revertir estas situaciones.
Una ley cuyos principales objetivos en lo relativo a las personas trans serán conseguir que tengan derecho a ser tratadas conforme a su sexo sentido; acceder a los tratamientos ofertados en la cartera de servicios, procurando que haya tiempos acordes a cada persona y garantizando los tratamientos hormonales y cirugías de reasignación de sexo adecuadas, y recibir información individualizada desde el punto de vista psicológico, social y sexológico para garantizar el acompañamiento de cada persona en su proceso de tránsito.
En el ámbito de la formación, está previsto un protocolo para que los cuerpos de policía local mejoren su conocimiento sobre identidad sexual o de género y orientación sexual y paliar así las consecuencias que sufren las víctimas de los delitos de odio, sobre todo en el colectivo trans. Igualmente, se están contemplando medidas de formación y sensibilización para el personal sanitario, educativo y social.
Algunos aspectos más que contemplará la ley serán preservar la perspectiva de género dentro del colectivo LGBI para visibilizar a las mujeres LBT.
En definitiva, dijo la consejera, “daremos todos los pasos necesarios porque nuestro sueño es que algún día la sociedad llegue a la conclusión de que las mujeres trans son sencillamente mujeres y los hombres trans son sencillamente hombres. Porque lo más importante de todo, por encima del nombre, del sexo, del género, o los roles sociales, es que las personas somos eso, personas con derecho a vivir en libertad y con las mismas oportunidades”.
La acción del Gobierno regional a favor de las mujeres trans
La futura ley LGTBI será el eje vertebrador de unas políticas que se pusieron en marcha en la legislatura pasada desde el Instituto de la Mujer, que pone a disposición de las mujeres trans todos sus recursos: desde la atención y servicios que se prestan en los centros de la mujer, a las ayudas para mujeres víctimas de violencia de género. Otro bastión de estas políticas es el Protocolo de Actuación dirigido a menores sobre identidad y expresión de género 2017, cuya finalidad es brindar una atención de calidad a menores trans.
En el ámbito sanitario destaca la creación de la Unidad Multidisciplinar de Atención a Personas Trans en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, y en el del bienestar social las acciones de sensibilización y formación del entorno y, sobre todo, las familias de menores trans.
Otras acciones han sido la incorporación al Consejo de Dirección del Instituto de la Mujer de María José Hernández, una mujer de reconocido prestigio con amplia experiencia en el movimiento feminista y la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres desde el activismo trans, la creación de un espacio LGTBI en el Centro de Documentación y Biblioteca ‘Luisa Sigea’ o la aprobación del procedimiento para el cambio de nombre de las personas trans en el registro de personas usuarias de las bibliotecas de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha.
Visibilidad de las mujeres LBT
A dos jornadas de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTBI, la consejera ha destacado la necesidad de no olvidar esta celebración y mucho menos sus reivindicaciones, aunque la situación provocada por la pandemia no haga posible “llenar las calles de color, alegría y libertad como otros años”.
Este año, el Día del Orgullo LGTBI estará dedicado a mujeres lesbianas, bisexuales y trans, un hecho “muy interesante porque el propio movimiento es consciente de la invisibilidad de las mujeres y de que ellas deben ganar peso dentro del propio colectivo. La perspectiva feminista es imprescindible en el movimiento y es evidente que éste lo tiene claro”.
Blanca Fernández también recordó un hito histórico para el colectivo: la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, una ley que contó con un amplio respaldo social y que mejoró la sociedad al llevar la felicidad a muchas familias ya “que la diversidad también enriquece el hecho familiar”.