Kitín Muñoz, el reconocido navegante y explorador español, ha sido nuevamente acompañado por el doctor Manuel de la Peña, quien es presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social y mantienen una estrecha amistad. De la Peña destaca el espíritu explorador de Muñoz, atribuyéndolo a su pasado como miembro de las Fuerzas Especiales. Según el académico, esto le ha permitido desarrollar coraje, valentía y disciplina para llevar a cabo hazañas como cruzar océanos en balsas de juncos o descender el río Nilo en una piragua.
En esta ocasión, el explorador ha viajado a Madrid para recibir una condecoración Naval en reconocimiento a su admirable labor como «Embajador». Muñoz es conocido por sus expediciones de arqueología experimental de navegación primitiva y su compromiso con la promoción de las culturas indígenas y las obras maestras del patrimonio de la humanidad.
Además de su carrera como explorador, Muñoz es Cónsul Honorario del Reino de Marruecos y miembro destacado de The Explorers Club, una organización de investigación y exploración fundada en Nueva York en 1904. Recientemente, su esposa, la princesa Kalina, también ha ingresado a esta prestigiosa organización, apadrinada por el astronauta Richard Garriott y su esposa Laetitia, socia de Elon Musk.
Con respecto a su faceta militar, Muñoz se ha destacado como miembro de Operaciones Especiales y, más tarde, como autor del libro «Boinas Verdes Españoles», en el que se relatan 30 historias de soldados españoles que arriesgaron sus vidas en zonas de conflicto. El Ejército español recientemente lo ha designado Embajador del Ejército, lo que demuestra su reconocimiento a su notable trayectoria.
El entrenamiento de Boina Verde ha sido fundamental en la vida de Muñoz, enseñándole valores como lealtad, solidaridad, generosidad, disciplina y sacrificio. Además, hizo hincapié en su compromiso con el cuidado y preservación de la naturaleza, una enseñanza que también ha aplicado en su carrera como explorador.
Entre las hazañas de Muñoz se destaca su travesía en el océano Pacífico, durante la cual navegó más de 25.000 kilómetros en balsas primitivas junto a tripulantes indígenas y españoles. Sin embargo, no todo ha sido éxito en su carrera, ya que también ha vivido momentos difíciles como el naufragio en el océano que lo dejó esperando el rescate durante tres días. Estas experiencias han fortalecido su espíritu y lo han convertido en una persona más fuerte y humilde.
Muñoz también ha destacado su relación con su suegro, el rey Simeón de Bulgaria, a quien considera un hombre bueno y con una educación impecable.
En la actualidad, Kitín y su esposa, Kalina de Bulgaria, se encuentran preparando un viaje a la Antártida como parte de un proyecto del programa de Naciones Unidas. Además, esperan cumplir un sueño muy especial en un futuro próximo: realizar una expedición en balsa por el Pacífico en familia, ahora que su hijo Simeón ha alcanzado la edad apropiada para acompañarlos.
En resumen, Kitín Muñoz es un hombre excepcional que ha destacado como explorador, embajador cultural y militar. Su trayectoria demuestra su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la promoción de las culturas indígenas. Su reconocimiento como Embajador del Ejército y su constante búsqueda de nuevas experiencias y desafíos son prueba de su carácter valiente y perseverante.
