La salud bucodental en la infancia es un tema de vital importancia que no solo se centra en la prevención de caries, sino también en la corrección temprana de maloclusiones y otros problemas derivados de hábitos inadecuados desde la niñez. Estos problemas pueden tener un impacto significativo en el desarrollo maxilofacial y, por ende, en la salud oral futura de los niños.
Uno de los factores preventivos más significativos es la lactancia materna, que juega un papel fundamental en el desarrollo adecuado de la boca y de los maxilares del bebé. El acto de succión durante la lactancia no solo fortalece la musculatura orofacial, sino que también promueve un crecimiento equilibrado de los maxilares, reduciendo así el riesgo de maloclusiones en etapas posteriores. Además, amamantar hasta al menos los seis meses puede disminuir el riesgo de hábitos perjudiciales como la succión del pulgar o el uso prolongado del chupete, que si se prolongan, pueden alterar el desarrollo dental y mandibular.
Entre los hábitos perjudiciales en los primeros años de vida, se incluyen el uso del chupete, la succión del pulgar y el biberón. Se recomienda limitar el uso del chupete antes de los 18 meses para evitar cambios estructurales en la boca. Guiar al bebé para que evite la succión del pulgar y optar por biberones anatómicos también son recomendaciones esenciales para mitigar el riesgo de maloclusiones.
La higiene bucodental en bebés es otra área crucial que requiere atención desde el nacimiento. Aunque los dientes todavía no han aparecido, es importante limpiar las encías del bebé para estimular la sensibilidad oral y prepararlo para futuras rutinas de cepillado. A partir de los seis meses, cuando los primeros dientes comienzan a emerger, se recomienda iniciar una rutina de cepillado utilizando un cepillo infantil y una pequeña cantidad de pasta dental con flúor.
Cuando el bebé alcanza el primer año, es fundamental establecer una rutina diaria de higiene bucodental, siempre supervisada por adultos. Además, la primera visita al odontopediatra debería coincidir con la aparición del primer diente, para proporcionar orientación sobre los cuidados dentales adecuados.
Las familias juegan un papel vital en la creación de hábitos saludables. Los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres, por lo que ser un modelo a seguir, así como transformar el cepillado en una actividad divertida, puede fomentar una buena práctica de higiene bucal desde temprana edad.
En el Centre Dental Francesc Macià, se ofrece atención especializada en odontología pediátrica, guiando a las familias en cada etapa del desarrollo bucal de sus hijos y fortaleciendo el fundamento de una salud dental positiva. Incorporar buenos hábitos desde una edad temprana y evitar las maloclusiones es la inversión más valiosa para una boca saludable a lo largo de la vida.
