Con la llegada de la primavera, también aparecen diversas enfermedades asociadas a la temporada del año, y el cambio climático y la contaminación han intensificado los síntomas de las personas con afecciones y alergias, afectando su calidad de vida. La subida de temperaturas ha generado una mayor cantidad de polen, adelantando las alergias y enfermedades primaverales. La falta de lluvia y las sequías a nivel nacional reducen la temporada de polinización pero provocan acumulación de contaminación y, por ende, de polen en la atmósfera. La contaminación del aire es actualmente el factor medioambiental más peligroso para la salud, nivelándose con los malos hábitos alimentarios y el tabaco. Es necesario prestar atención a la calidad del aire en espacios cerrados, como las viviendas u oficinas. La ventilación natural de espacios cerrados en primavera favorece la presencia de partículas alérgicas. Por ello, es recomendable contar con sistemas de renovación del aire mediante filtros HEPA para eliminar el polen y otras partículas alérgicas. Cigna España ofrece cinco consejos clave para hacer frente a las enfermedades primaverales más comunes: protegerse ante la ola de polen y las alergias, poner la piel a punto para primavera, controlar el aumento de temperaturas a la hora de conservar alimentos, no olvidar los virus dominantes y descansar bien.