El Ayuntamiento de Guadalajara ha cerrado el ejercicio del año 2024 con un superávit presupuestario de 506.000 euros, un notable cambio respecto al déficit de 23 millones de euros que se registró previamente. Así lo ha anunciado Alfonso Esteban, concejal delegado del área económica y segundo teniente de alcalde, durante una reciente rueda de prensa.
Esteban destacó que este nuevo presupuesto ya ha sido aprobado por decreto de Alcaldía y que se presentará oficialmente el próximo 28 de marzo. «En solo un año, hemos saneado y puesto en orden las cuentas públicas, aprobando un presupuesto real», afirmó el concejal.
El edil también hizo referencia al desfase fiscal que dejó la administración anterior del socialista Alberto Rojo, subrayando cómo las acciones implementadas por el actual gobierno han permitido equilibrar las cuentas y alcanzar un estado financiero en positivo. De acuerdo con su explicación, el Ayuntamiento ha alcanzado el objetivo de estabilidad presupuestaria, reduciendo el nivel de deuda en 5,5 puntos, pasando del 34% al 28,5%. Esto no solo permite mejorar los servicios públicos, sino que también abre la puerta a nuevas inversiones en la ciudad.
Otro aspecto destacado por Esteban es que el Ayuntamiento de Guadalajara ha recuperado su autonomía financiera tras haber estado bajo la tutela del Ministerio de Hacienda durante dos años, lo que obligaba a solicitar autorización ministerial para cualquier tipo de operación relacionada con inversiones.
El concejal no dudó en criticar al anterior gobierno, señalando que «de la bancarrota y la ruina de Alberto Rojo y Sara Simón hemos pasado en tan solo un año a la garantía de los servicios públicos». Detalló el legado financiero que se ha desglosado en 3 millones de euros en facturas pendientes, 9 millones de desequilibrio entre ingresos y gastos de 2023, 4 millones por nuevas licitaciones de zonas verdes y transporte urbano, y otros 6 millones derivados de la revisión de precios de Guadalagua.
Asimismo, Esteban instó a Rojo y Simón a disculparse con los vecinos por el perjuicio causado y a considerar renunciar a sus cargos, argumentando que han perdido la confianza de los guadalajareños. «El gobierno de Rojo se gastó todos los ahorros del Ayuntamiento, infló los ingresos y dejó contratos clave sin adjudicar, poniendo en peligro los servicios públicos», añadió.
Finalmente, recordó que en 2021, las cuentas públicas se cerraron con un superávit de 6,4 millones de euros, pero que en 2022 ya se registró un déficit de 6,8 millones, lo que significa que en solo un año se perdió una cantidad significativa de recursos. En 2023, la situación se agravó con una liquidación negativa de 8 millones de euros.
