En la sociedad actual, cada vez es más común encontrarse con el «síndrome de la tumbona», donde la mente se debate entre el descanso y las responsabilidades profesionales. El teletrabajo y la tecnología han creado un estado de «vacaciones a medias» donde las preocupaciones laborales compiten con el descanso.
En un mundo cada vez más conectado, desconectar del trabajo durante las vacaciones se ha convertido en un desafío real. Según un estudio realizado por Cigna Healthcare, el 67% de los españoles afirma que es incapaz de desconectar del trabajo durante sus vacaciones de verano. Esto puede deberse a la presión de tener que responder correos electrónicos y atender llamadas laborales incluso en días de descanso. Esta incapacidad para desconectar puede generar estrés, ansiedad e incluso afectar al sueño, apetito y capacidad de pensar con claridad, creando así el conocido «síndrome de la tumbona».
Además de este síndrome, el agotamiento laboral conocido como «burnout» también puede manifestarse debido a la incapacidad de desconectar. Este agotamiento puede impactar tanto en la vida personal como en el entorno laboral, generando errores, conflictos, absentismo y una disminución en la eficiencia.
En palabras de Ana Sánchez de Miguel, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare: «Las vacaciones, aunque se conciben para descansar y recargar pilas, pueden convertirse paradójicamente en una fuente de estrés adicional. El acelerón de los últimos días, así como la drástica parada de actividad, generan frecuentemente una sensación de vacío. En otros casos, tanto el uso de las nuevas tecnologías que nos permiten seguir conectados, como la situación de incertidumbre económica que genera miedo por perder el empleo, nos impiden desconectar del trabajo, lo que influye negativamente en nuestro ánimo y descanso».
Ante esta problemática, los expertos de Cigna Healthcare proponen una serie de consejos para lograr una desconexión efectiva y disfrutar de un descanso reparador. En primer lugar, es importante establecer pautas claras sobre la comunicación laboral en vacaciones, definiendo los criterios y condiciones para contactar a empleados durante este periodo. Además, es fundamental promover la desconexión digital y el bienestar integral tanto en verano como durante el resto del año, implementando programas de bienestar que favorezcan la reducción del estrés, la fatiga mental y el riesgo de burnout. También es necesario fomentar una cultura de delegación y colaboración en la empresa, para que los empleados se sientan cómodos al desconectar, sabiendo que hay otros colegas capaces de mantener el flujo de trabajo. Por último, se sugiere implementar estrategias que promuevan la desconexión durante otros periodos, como puentes, y colaborar con proveedores para ofrecer destinos de desconexión.
En definitiva, es fundamental aprender a desconectar del trabajo y cuidar de nuestra salud mental y física, tanto en vacaciones como en el resto del año. Las empresas también deben comprometerse con la salud mental de sus empleados, implementando medidas y estrategias que fomenten la desconexión y el bienestar integral. Solo así podremos disfrutar plenamente de nuestras vacaciones y encontrar el equilibrio entre el trabajo y el descanso.
