El 45% de las personas desempleadas mayores de 55 años cree que no encontrará trabajo y que pasará directamente del desempleo a la jubilación, según Fundación Adecco

decir, están dispuestas a hacer lo necesario para encontrar una oportunidad laboral. De hecho, el 70% de los encuestados afirmó estar dispuesto a cambiar de sector o realizar un cambio de profesión, si esto les brinda mayores posibilidades de encontrar trabajo. Además, el 66% de ellos manifestó estar dispuesto a aceptar un empleo de cualificación inferior a la que tenían anteriormente.

Este dato refleja la determinación y las ganas de trabajar de estas personas, que entienden la importancia de adaptarse a las demandas del mercado laboral y están dispuestas a adquirir nuevas habilidades y conocimientos para hacerlo.

En cuanto a las preferencias de empleo, el 37% de los encuestados manifestó que prefiere un trabajo a tiempo completo, mientras que el 33% preferiría un trabajo a tiempo parcial. Solo el 8% de ellos busca trabajo como autónomo o emprendedor.

En cuanto a las expectativas salariales, el 50% de las personas encuestadas estaría dispuesto a aceptar un salario igual o inferior al que tenía anteriormente, mientras que el 19% esperaría un salario ligeramente superior. Solo el 31% de los encuestados esperaría un salario significativamente superior al que tenía anteriormente.

Estos datos reflejan la importancia de encontrar un empleo que les permita cubrir sus necesidades básicas y recuperar su estabilidad financiera, más allá de las expectativas salariales anteriores.

En conclusión, el informe #TuEdadEsUnTesoro del Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación Adecco pone de manifiesto la importancia de la fuerza laboral sénior en un contexto de envejecimiento sin precedentes. Aunque estas personas poseen inmensas capacidades y contribuyen de manera esencial a la competitividad del país, siguen enfrentando barreras en el proceso de búsqueda de empleo. Es necesario revertir esta situación para garantizar un Estado del Bienestar sostenible en el tiempo.

Se hace necesario acompañar y apoyar a las personas sénior en desempleo, brindándoles oportunidades de formación y actualización de habilidades, así como promoviendo políticas públicas y privadas que faciliten su acceso al empleo. Además, es fundamental luchar contra los estereotipos y prejuicios que asocian a los profesionales mayores de 55 años con capacidades obsoletas.

En definitiva, la fuerza laboral sénior es un valioso y vital recurso en crecimiento, que merece la oportunidad de seguir contribuyendo activamente a la sociedad a través del empleo.

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