Un 35% de los castellanomanchegos con movilidad reducida tiene dificultades para desenvolverse en el interior de su vivienda. Así lo recoge el informe “Accesibilidad, elemento clave de la vivienda” elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios que analiza el estado actual de 25,8 millones de viviendas1 en esta materia.
De acuerdo con el estudio, un 40% de los castellanomanchegos ha realizado obras de adaptación en el interior de su vivienda. El principal elemento reformado son los aseos (69%), seguidos de dormitorios (25%), zonas exteriores (22%), puerta de acceso (15%), y salón/comedor (15%).
El informe “Accesibilidad, elemento clave de la vivienda” también destaca que un 12% de quienes no han realizado reformas esgrimen falta de recursos económicos para poder llevarlas a cabo.
“España cuenta con un parque de viviendas envejecido, evidenciándose importantes carencias que impiden alcanzar una sociedad más igualitaria y justa en cuanto a la vivienda se refiere” señalala vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre, quien apunta a la necesidad de “fomentar políticas que promuevan la accesibilidad mediante ayudas públicas o privadas destinadas a las personas con movilidad reducida que necesiten adaptar su vivienda”.
El informe revela que un 58% de los españoles afirma que la accesibilidad es un factor decisivo a la hora de comprar una vivienda, un indicador que pone de manifiesto la preocupación creciente por contar con un hogar adaptado a las necesidades, actuales o futuras, derivadas de la movilidad reducida. De hecho, 2 de cada 10 españolescon movilidad reducida han tenido que cambiar de domicilio por este motivo.
El acceso a la vivienda
Sin embargo, el primer paso para que una vivienda pueda ser universalmente accesible se encuentra en el tramo de acceso al inmueble. En Castilla-La Mancha, un 63%de los edificios destinados a viviendas no son accesibles de la calle al portal debido a la presencia de escaleras en este punto.
Junto a estos elementos, se encuentran otros de igual importancia que contribuyen a que un edificio no sea accesible. En concreto, el 25% de los españoles encuentra dificultades al abrir el portal de acceso al edificio debido a su peso y un 39% señala que la puerta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido. Además, el 14% de los edificios no posee portero automático y, de los que sí lo tienen, el 68% no es accesible para una persona en silla de ruedas.