La Dra. Ana Arena, neurofisióloga y responsable de la Unidad del Sueño de Policlínica Gipuzkoa, señala que las patologías del sueño han aumentado considerablemente en España en los últimos años. Antes era más típico en adultos y ancianos, pero ahora es el 30% de la población joven quien padece estas patologías. Añade que el abuso de redes sociales y dispositivos digitales está haciendo que cada vez más adolescentes y adultos jóvenes sufran de insomnio. La especialista relaciona esta dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo con la padecimiento de algún acontecimiento estresante como un duelo o una enfermedad, o con los malos hábitos del sueño, como el uso de dispositivos digitales horas antes de dormir o no diferenciar la habitación como un lugar destinado al descanso. Además, explica que una de las razones del insomnio son los malos hábitos del sueño que se pueden educar y que deben hacerse desde niños.
En España, el insomnio crónico afecta a siete millones de personas y seis millones toman pastillas para dormir. El insomnio está catalogado como una epidemia global por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una afección que no para de aumentar en todo el mundo y que generará un mercado de 6.600 millones de euros en 2030 en la industria farmacológica, según un estudio de Market Research of Future. El consumo de benzodiacepinas ha aumentado exponencialmente desde el inicio de la pandemia, y una de cada cuatro familias reconoce que alguno de sus miembros ha consumido estos fármacos. La especialista destaca que, además de los fármacos hipnóticos, que tienen efectos secundarios, también hay otros suplementos naturales como la melatonina, que ayuda a regular los ciclos de sueño.
Cuando el problema no es dormirse, sino mantener el sueño, Ana Arena explica que debe estudiarse cada caso ya que puede haber muchas razones que despiertan, como pesadillas hasta terrores nocturnos, movimientos periódicos de las piernas, síndrome de piernas inquietas, trastorno de conducta en fase REM y apneas del sueño. En estos casos, la especialista recomienda ingresar una noche para realizar un estudio del sueño con los medios propios de un laboratorio especializado.
