Dra. Ana Martínez, Experta en Dermatología de Policlínica Gipuzkoa, Alerta sobre los Efectos de la Exposición Solar en la Piel

A medida que los días soleados y las temperaturas cálidas invitaban a disfrutar del aire libre, los efectos del sol en la piel se convierten en una creciente preocupación, especialmente cuando se habla de lóbulos solares, manchas de hiperpigmentación intensificadas por la exposición solar. Estas manchas, aunque suelen ser benignas, marcan la necesidad de cuidados y prevenciones específicas para mantener la salud y la estética de la piel.

Ana Martínez, reputada dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa, destaca que la exposición acumulada a los rayos solares a lo largo de los años juega un papel crucial en la aparición de las manchas solares, conocidas médicamente como lóbulos solares. Estas presentaciones planas y no palpables se convierten en una señal visible del impacto del sol en la piel, destacando especialmente conforme avanza la edad. Además de los lóbulos solares, la dermatóloga señala la existencia de manchas como las queratosis seborreicas, que, a diferencia de los primeros, tienen un componente genético mayor y suelen hacerse más palpables y visibles con el pasar de los años.

En un panorama donde la prevención emerge como la mejor herramienta, Martínez enfatiza la importancia de una defensa diaria contra el sol, extendiendo la recomendación de uso de fotoprotectores más allá de los meses de verano, para abarcar toda exposición posible a fuentes de luz, incluyendo aquellas artificiales como pantallas y lámparas. La elección de un fotoprotector debe atender a las necesidades individuales de cada tipo de piel, garantizando una cobertura completa contra distintos espectros de luz.

Más allá de las cremas, se sugiere el complemento de cápsulas de fotoprotección oral, un refuerzo que sin embargo no debe sustituir al uso tópico de protectores. Estas cápsulas, ideales para empezar a tomarse un mes antes del periodo de mayor exposición solar, añaden una capa más de protección frente a la incidencia de manchas.

La vigilancia constante respecto a las manchas existentes también es parte del cuidado esencial, ya que cualquier cambio en tamaño, forma o color podría indicar un problema mayor, instando a buscar asesoría médica. Ante la aparición de manchas, existen diferentes tratamientos según el tipo y severidad, incluyendo procedimientos como láser o luz pulsada para lóbulos solares, y crioterapia o electrocoagulación para queratosis seborreicas.

El uso de sérums despigmentantes se presenta como una opción preventiva, aunque siempre bajo la premisa de la elección adecuada según el tipo de piel y la época del año. Martínez recuerda la relevancia de un diagnóstico preciso y un seguimiento exhaustivo para el éxito de cualquier tratamiento, enfatizando que, a pesar de todas las precauciones, la posibilidad de aparición de nuevas manchas siempre está presente.

En resumen, mientras el sol continúa siendo una fuente vital de energía y bienestar, la protección y cuidado de nuestra piel ante su exposición emerge como una necesidad primordial. La conciencia y la responsabilidad en nuestros hábitos diarios podrían ser la clave para disfrutar de sus beneficios sin comprometer la salud dermatológica.

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