La hipertensión arterial representa un serio desafío de salud pública a nivel mundial, en especial en regiones como Euskadi, donde un estudio reciente del Departamento de Salud del Gobierno Vasco revela que afecta al 37.3% de la población adulta mayor de 18 años. Este estudio, publicado en 2023, destaca una mayor incidencia en hombres con un 41.2%, en comparación con un 33.7% en mujeres, y muestra cómo la prevalencia aumenta con la edad, llegando al 52.2% entre aquellos mayores de 65 años.
La gestión de la hipertensión es crucial para prevenir complicaciones graves como accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. Aun así, un 27% de los pacientes en tratamiento farmacológico no logran mantener su presión arterial dentro de los parámetros normales, señalando así la necesidad de alternativas terapéuticas adicionales. Entre estas, la denervación renal emerge como una opción prometedora para aquellos cuyas presiones arteriales siguen siendo elevadas a pesar del uso de medicación.
La denervación renal es un procedimiento mínimamente invasivo cuyo propósito es reducir la actividad de las terminaciones nerviosas simpáticas en las arterias renales. Mediante la aplicación de radiofrecuencia, esta técnica puede disminuir significativamente los niveles de presión arterial en pacientes donde la terapia farmacológica no es suficiente. El doctor José Ramón Rumoroso, líder del servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Quirónsalud Bizkaia, destaca que este tratamiento no solo es efectivo, sino también seguro y permite a los pacientes retornar a sus actividades habituales el mismo día del procedimiento.
Realizado con el sistema Symplicity™ de Medtronic, el procedimiento consiste en la introducción de un catéter a través de la arteria femoral hasta las arterias renales, donde se aplica la radiofrecuencia. Esta intervención ha demostrado ser una alternativa viable con beneficios tangibles y duraderos en el control de la hipertensión, ofreciendo una mejora inmediata en la calidad de vida de los pacientes. Además, reduce la necesidad de medicación, facilitando la gestión del tratamiento por parte de los profesionales de la salud y los propios pacientes.
Esta terapia innovadora se perfila como una revelación en el abordaje de la hipertensión no controlada, promoviendo un enfoque integral que incluye monitorización ambulatoria y una reducción significativa en el uso de fármacos. Su adopción representa un avance significativo en la lucha contra uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, ampliando el abanico de opciones terapéuticas para mejorar la salud y el bienestar de los afectados por esta condición.
