En un ambicioso movimiento destinado a fortalecer la seguridad nacional, el presidente Donald J. Trump ha firmado una orden ejecutiva que contempla la rápida implementación de tecnologías nucleares avanzadas. Esta iniciativa no solo busca impulsar la infraestructura tecnológica relacionada con la inteligencia artificial, sino también fortalecer la capacidad operativa de instalaciones de defensa en los Estados Unidos.
La orden ejecutiva establece que el Secretario del Ejército deberá iniciar un programa para construir un reactor nuclear en una instalación militar nacional, con el objetivo de comenzar operaciones en un plazo de tres años. Además, se ordena al Secretario de Energía designar centros de datos de inteligencia artificial, que operen en coordinación con las instalaciones del Departamento de Energía (DOE), como infraestructuras críticas de defensa. De esta manera, los reactores nucleares que las alimenten recibirán la categorización de infraestructura eléctrica vital para la defensa.
Entre las medidas incluidas, se destaca el compromiso del Secretario de Energía para trabajar con el sector privado y desplegar tecnología nuclear avanzada a fin de satisfacer objetivos de seguridad nacional en un plazo de 30 meses. El Secretario de Defensa, en colaboración con el Secretario de Energía, se encargará de presentar recomendaciones legislativas y regulatorias sobre el funcionamiento de estos reactores en instalaciones militares.
Trump no solo busca potenciar las capacidades nucleares en el ámbito militar, sino también fomentar asociaciones con el sector privado, al eliminar barreras gubernamentales que han limitado las inversiones en tecnologías nucleares. Se prevé liberar al menos 20 toneladas métricas de uranio de baja enriquecida para proyectos del sector privado que operen reactores nucleares en sitios del DOE.
La administración también apunta a exportar la capacidad nuclear estadounidense, resaltando la importancia de abrir nuevos mercados para la industria nuclear en el extranjero. El Secretario de Estado liderará las negociaciones para facilitar acuerdos que amplíen el acceso de la industria nuclear estadounidense a estos mercados. Se establecerán estrategias dentro de los próximos 90 días para incrementar la financiación de proyectos nucleares y brindar apoyo técnico a la adopción de la energía nuclear por parte de otros países.
La decisión de implementar reactores nucleares avanzados responde a la creciente necesidad de energía que requieren tanto las instalaciones militares como la infraestructura de computación avanzada para la inteligencia artificial. Estos reactores representan una solución eficiente y confiable en lugares donde otros tipos de energía no son viables debido a complicadas cadenas de suministro. Con el 87% de los nuevos reactores a nivel mundial basados en diseños extranjeros y un alto porcentaje del combustible nuclear proveniente del exterior, la estrategia de Trump busca también contrarrestar la dependencia del país de fuentes de energía foráneas y consolidar su posición en el mercado global.
En el contexto de una emergencia nacional de energía, que el presidente declaró en el primer día de su mandato, la liberación de la energía estadounidense se perfila como un motor vital para la creación de empleo y el crecimiento económico, al tiempo que refuerza las relaciones con aliados y apoya la paz y seguridad internacionales. La administración de Trump aspira, así, a restablecer a Estados Unidos como el principal productor energético del mundo.
Fuente: WhiteHouse.gov