El presidente Donald J. Trump firmó hoy una orden ejecutiva que promete transformar la manera en que el gobierno federal maneja el gasto en contratos y subvenciones, en un esfuerzo por garantizar una mayor eficiencia y reducir el despilfarro. La nueva iniciativa, bajo el nombre de Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE, por sus siglas en inglés), busca implementar estándares rigurosos que permitan una revisión exhaustiva de todos los contratos y subvenciones sospechosos de contener elementos de desperdicio, fraude o abuso.
Entre las principales medidas de la orden ejecutiva, se establece que las agencias federales deben realizar una revisión inmediata de sus contratos y gastos, justificando los pagos y gastos de viaje, que deberán hacerse públicos en la medida de lo posible. Además, se requiere que los líderes de las agencias colaboren con los responsables del DOGE para identificar y cancelar contratos innecesarios, una medida que podría ahorrar importantes sumas de dinero que, según la administración, están malgastadas.
La administración también abordará la gestión de propiedades federales. La Administración de Servicios Generales (GSA) deberá presentar un plan para la disposición de inmuebles que ya no sean necesarios, buscando optimizar los recursos disponibles y asegurar que se utilicen de la forma más efectiva posible.
Trump, que ha priorizado la reducción de gastos federales en su segundo mandato, ha señalado que el sistema actual no ha logrado proteger adecuadamente los fondos de los contribuyentes ni promover la meritocracia entre los contratistas y beneficiarios de subvenciones. Según datos proporcionados, el gobierno federal comprometió aproximadamente 759 mil millones de dólares en contratos durante el año fiscal 2023, un volumen de gasto que ha sido tradicionalmente objeto de críticas por la falta de salvaguardias.
La orden también responde a lo que la administración considera un enfoque erróneo de la administración Biden, que centró sus esfuerzos en promover la diversidad, equidad e inclusión en lugar de la eficiencia y el mérito en la gestión de contratos.
En su primer mandato, Trump impulsó un crecimiento económico significativo a través de reformas reglamentarias, y esta nueva orden ejecutiva se presenta como una extensión natural de sus esfuerzos por mejorar el gobierno y asegurar que los recursos se utilicen en beneficio de la población estadounidense. Con estas medidas, la administración espera implementar un cambio considerable en la forma en que se manejan los recursos públicos, atendiendo las preocupaciones de los ciudadanos sobre el uso responsable del dinero del contribuyente.
Fuente: WhiteHouse.gov
