Donald J. Trump Anuncia la Creación del Consejo Nacional para la Dominancia Energética

En un movimiento significativo hacia el fortalecimiento de la autosuficiencia energética, el presidente Donald J. Trump ha firmado un decreto para establecer el Consejo de Dominancia Energética Nacional. Este organismo, que operará dentro de la Oficina Ejecutiva del Presidente, estará presidido por el secretario del Interior, Doug Burgum, y contará con la vicepresidencia del secretario de Energía, Chris Wright. Su misión principal será asesorar al presidente en la formulación de estrategias destinadas a alcanzar la dominancia energética de Estados Unidos, mediante la optimización de los procesos de permisos, producción, distribución y regulación relacionados con todas las formas de energía estadounidense.

El Consejo de Dominancia Energética Nacional se propone desarrollar una estrategia integral que facilite la inversión del sector privado y promueva la innovación, al tiempo que busca reducir la burocracia que a menudo estanca proyectos energéticos clave. Esta colaboración se llevará a cabo no solo entre distintas entidades gubernamentales, sino también involucrando a socios del sector energético, con el objetivo de expandir la producción y solucionar las barreras de costos que enfrenta la industria.

La administración Trump enfatiza que el fortalecimiento de la producción energética nacional es crucial para proteger a las familias estadounidenses de fluctuaciones en los precios energéticos y para reducir la dependencia del país de proveedores externos, incluidos adversarios estratégicos. Según datos presentados, los precios del combustible y la energía doméstica han aumentado un 30% bajo la administración de Biden, la cual, aseguran, ralentizó el crecimiento de la producción energética al imponer moratorias en la concesión de licencias para extracción y aumentar considerablemente los tiempos de permisos.

Además, se resalta que durante los últimos cuatro años, la nación dejó de producir alrededor de dos mil millones de barriles de petróleo, lo que podría haber aliviado la carga de los precios para las familias estadounidenses. En este contexto, el consejo se propone revertir la tendencia de depender de entidades extranjeras por energía, lo que se ha complicado con la reciente escalada en los precios y la actitud de la administración Biden de solicitar a OPEC+ aumentar su producción, a la vez que se relajaron las sanciones sobre regímenes como los de Irán y Venezuela.

La restauración de la dominancia energética americana es vista no solo como una medida económica, sino también como un imperativo de seguridad nacional. Durante la administración Trump, Estados Unidos se convirtió en un exportador neto de energía por primera vez en casi 70 años y se consolidó como el principal productor de petróleo del mundo. Los esfuerzos por agilizar los procesos de licencias para la exportación de gas natural licuado, que se lograron bajo la administración Trump, permitieron que las exportaciones a Europa aumentaran significativamente, reduciendo la dependencia de esta región del suministro energético ruso.

Con un enfoque renovado en desarrollar recursos energéticos internos y continuar con el liderazgo energético, el Consejo de Dominancia Energética Nacional busca posicionar a Estados Unidos en un camino hacia la autosuficiencia energética a largo plazo, con la esperanza de que esto no solo beneficie a la economía doméstica, sino también a la seguridad energética de sus aliados globales.

Fuente: WhiteHouse.gov

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