El despacho de abogados Don Recuperador® revela un error en la fórmula de los contratos de tarjetas de crédito revolving que podría desencadenar una ola de reclamaciones por usura contra entidades financieras.
La sentencia del Tribunal Supremo del quince de febrero de 2023 marcó un antes y un después en el sector financiero al elevar la consideración de usura a una diferencia de 6 puntos sobre los tipos medios publicados por el Banco de España. Muchas entidades financieras vieron cómo la mayoría de sus contratos dejaban de ser considerados usurarios, según lo dictaminado por el Alto Tribunal.
Sin embargo, el despacho de abogados Don Recuperador® descubrió un error sistemático en el cálculo de la TAE en los contratos de crédito revolving. A través del meticuloso trabajo de Jesús Blanco, un apasionado perito, se reveló que la fórmula empleada en los contratos era estática, cuando en realidad debería ser dinámica debido a la naturaleza del crédito revolving.
Los informes periciales presentados por Don Recuperador® demostraron que, en el caso específico de una entidad financiera con sede en Cornellá, aunque el contrato establecía una TAE del 24,51%, el consumidor había pagado realmente un 28,58%. Esta discrepancia marcó la diferencia entre perder una demanda en los tribunales y ganarla con una condena en costas.
Desde la dirección de Don Recuperador®, se muestran entusiasmados con el éxito de esta innovadora estrategia para exponer la toxicidad de los contratos de tarjetas revolving. Consideran que esto representa una esperanza para cientos de miles de clientes que se han visto desamparados por los cambios en la jurisprudencia.
El impacto de este descubrimiento promete ser monumental, ya que no solo afecta a los contratos de esta entidad financiera francesa, sino que podría abrir la puerta a reclamaciones masivas contra otras entidades financieras que utilizan prácticas similares. Los consumidores, finalmente, tienen una voz más fuerte en la lucha contra la usura en el sector financiero.
En resumen, Don Recuperador® ha puesto al descubierto un error en la fórmula de los contratos de tarjetas de crédito revolving que podría tener consecuencias significativas para las entidades financieras y abrir la puerta a nuevas reclamaciones por usura. Este hallazgo representa un avance importante para los consumidores en su lucha por la transparencia y la justicia en el sector financiero.