El 13 de noviembre, se llevó a cabo el 5º Curso Teórico-Práctico de Enucleación Prostática con Láser Holmium (HoLEP), impartido por los urólogos Alejandro González, Gregorio Garmendia e Ione Linazasoro. Este curso fue diseñado específicamente para urólogos con poca experiencia en esta técnica, y se dividió en dos partes: una teórica que abordó los aspectos técnicos de la cirugía HoLEP, y una parte práctica que permitió a los asistentes observar y practicar intervenciones en tiempo real.
Alejandro González, jefe del Servicio de Urología de Policlínica Gipuzkoa, explicó que la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) es una afección común en hombres mayores, relacionada con el envejecimiento. Según él, la intervención quirúrgica se vuelve necesaria cuando los tratamientos médicos no son efectivos. La técnica HoLEP, utilizada para tratar esta patología, se realiza por vía transuretral y es una opción mínimamente invasiva que permite una recuperación rápida y cómoda para los pacientes. No obstante, su aprendizaje presenta ciertas dificultades debido a su complejidad.
González enfatizó la importancia de la formación continua y la supervisión durante los primeros procedimientos para dominar esta técnica avanzada, de la cual se estima que se requieren alrededor de 50 intervenciones para su total dominio. Policlínica Gipuzkoa ha sido pionera en la aplicación de la técnica HoLEP en el País Vasco y ha incorporado un simulador para facilitar el aprendizaje en un entorno seguro. El uso de simuladores es esencial para asegurar un aprendizaje seguro, agregó el urólogo.
Durante el curso, se abordaron temas fundamentales como los distintos tipos de láser disponibles en Urología, el instrumental necesario para realizar una enucleación prostática, las técnicas de enucleación, las posibles complicaciones y su resolución, así como el manejo pre y postoperatorio de los pacientes. Los participantes también tuvieron la oportunidad de asistir a una cirugía HoLEP en directo en los quirófanos de Policlínica Gipuzkoa.
Con el avance de la tecnología, los instrumentos para realizar esta cirugía se han vuelto cada vez más precisos y menos invasivos, lo que mejora la hemostasia y reduce el sangrado postoperatorio, beneficiando tanto a los pacientes como a los profesionales involucrados. El Dr. Alejandro González destacó el impacto positivo que estos avances tienen en la práctica médica diaria.
