Dolores Buitrago, la venerable nonagenaria reconocida como la persona de más edad de Castilla-La Mancha, nos ha dejado este viernes en su natal Puertollano, en la provincia de Ciudad Real. Su partida, a la edad de 110 años, se produce dejando un legado de vida y alegría, siendo una fuente de inspiración para quienes la conocieron.
Nacida el 30 de junio, Dolores no solo celebró más de un siglo de vida, adentrándose en la hazaña de ser una supercentenaria, sino que también se caracterizó por mantener una salud sobresaliente durante la mayor parte de su extensa existencia. Hasta su último aliento, estuvo arropada por el cariño de su hija Pilar y el apoyo incondicional de sus nietos, que la rodearon de amor y confort en sus momentos finales.
Conocida por su jovialidad y espíritu entusiasta, Dolores disfrutó recibiendo frecuentes visitas de amigos y parientes. Su gusto por la música y la tradición le permitieron deleitar a sus seres queridos con alguna que otra copla, manteniendo la cultura y pasión que la caracterizaba viva hasta el final.
La partida de Dolores ha dejado un vacío en la comunidad, pero también un recuerdo imperecedero de su vitalidad y pasión por la vida. La familia Buitrago, emocionada y conmovida, ha extendido su agradecimiento a todas las personas que han transmitido sus condolencias y han compartido palabras de apoyo en este momento de duelo. La memoria de Dolores permanecerá, sin duda, en el corazón de quienes la conocieron y en aquellos que, aunque no tuvieron el privilegio, se ven ahora inspirados por la historia de una vida vivida plenamente.
