La relación entre la actividad física y un buen descanso nocturno ha sido ampliamente estudiada por expertos en el campo de la fisioterapia y la prevención de enfermedades. Una reciente investigación realizada por el equipo de Fisioterapia y de Actividad Física de Quironprevención arroja luz sobre cómo un estilo de vida sedentario puede ser una causa fundamental de trastornos del sueño como el insomnio, mientras que la práctica regular de ejercicio físico se muestra como una solución efectiva y natural para mejorar la calidad del sueño.
El insomnio y la mala calidad del sueño no solo afectan negativamente al bienestar general de una persona, sino que también pueden tener un impacto considerable en su rendimiento deportivo y capacidad de recuperación. Desde Quironprevención, se enfatiza la importancia de integrar el ejercicio físico en nuestra rutina diaria no solo como un medio para mantenernos en forma, sino también como una herramienta esencial para promover un descanso saludable y reparador.
Se destaca que el ejercicio físico actúa como una «píldora del sueño» natural. Al realizar actividad física, el cuerpo libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que ayudan a combatir el insomnio y a reducir los niveles de estrés. Sin embargo, es importante señalar que los beneficios del ejercicio en la calidad del sueño no son inmediatos. Los investigadores indican que se pueden requerir aproximadamente 16 semanas de actividad física regular para notar un incremento significativo en la duración del sueño, aproximadamente 1,25 horas adicionales por noche.
Una práctica moderada de ejercicio es suficiente para notar mejorías, recomendándose al menos 30 minutos diarios de actividad aeróbica como caminar, correr o bailar. Idealmente, esto debe realizarse unas tres horas antes de irse a dormir, evitando ejercicios intensos cerca de la hora de acostarse, ya que podrían tener el efecto contrario y estimular excesivamente el cuerpo.
Por otro lado, dormir las horas adecuadas y disfrutar de una buena calidad de sueño son fundamentales para la recuperación muscular y la preparación física para enfrentar los retos del día siguiente. Durante el sueño, especialmente en la fase REM, se produce una recuperación muscular y cognitiva esencial, mejorando las habilidades de aprendizaje y memoria, el estado de ánimo y la motivación.
Además, incorporar una siesta en la rutina diaria puede ser especialmente beneficioso para los deportistas. Una siesta corta, realizada ocho horas después de despertarse, puede favorecer la recuperación muscular y reducir el estrés, siempre y cuando no interfiera con el patrón de sueño nocturno.
En conclusión, el ejercicio físico y el sueño de calidad son dos pilares fundamentales para mantener un estilo de vida saludable y un rendimiento deportivo óptimo. Integrar ambos en nuestra rutina diaria puede ayudarnos a combatir el insomnio, mejorar nuestra salud y bienestar general, y maximizar nuestra capacidad física y mental.
