En base a las últimas noticias que maneja el sector vitivinícola, apenas a 100 días del comienzo de la campaña de vendimia, y con la situación excepcional que atraviesa la sociedad mundial y española, motivada por el COVID-10, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos exige una serie de medidas urgentes al Ministerio de Agricultura, luego de las reuniones con diferentes Comunidades Autónomas.
La organización agraria apuesta por que el Ministerio adopte medidas aprovechando la publicación del Reglamento por parte de la Comisión Europea donde está recogida la medida de destilación y la de almacenamiento, “medidas que deben de ponerse en marcha a la mayor brevedad”, han explicado desde UPA.
En concreto, la medida de destilación debe recoger una cantidad de vino a retirar del mercado en torno a los dos millones de hectólitros, tanto para vinos de Denominación de Origen, como vinos que no pertenezcan a DO. Se trata de una destilación que “debe de tener un precio atractivo y que rompa con la especulación y evite renegociación de contratos de compra de vino”, insisten desde la organización agraria que ya ha denunciado esta situación con anterioridad. “Proponemos un precio orientativo en torno a los 3€ hectogrado sin DO y 4 € hectogrado con DO”, es decir, referenciando el hectogrado, no el hectolitro.
En lo que refiere al almacenamiento de vino, “los viticultores necesitamos una retirada a través de este sistema de tres millones de hectólitros. Urgimos al Ministerio a que incluya a todo tipo de vinos de calidad. Es decir, vinos con DO, Denominación de Origen, y vinos con IGP”, puesto que el sector debe apostar por estos parámetros, debe ofrecer al mercado vinos con el máximo de calidad, “no se deben quedar fuera del almacenamiento los vinos de calidad, con algún tipo de indicación geográfica protegida, IGP”, indican desde UPA.
Los viticultores, “estamos totalmente convencidos de que esta situación excepcional debe de marcar un antes y un después en la producción de uva. Consideramos necesario el tope de rendimientos de 18.000 kilos por hectárea para tintas y 20.000 para blancas para destino de vinos que no vayan ni a DO ni IGP”. Todo ello teniendo en cuenta que la uva para su elaboración debe de tener 9 grados Baumé.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos consideran que los topes de rendimientos no tienen que ser una medida puntual, sino que deben permanecer en el sector para garantizar la calidad de nuestros vinos en España, una medida estructural y de permanencia en el tiempo.
Es importante el tope de rendimientos, al que unimos la solidaridad del sector en la región, donde se planteo la reducción de rendimientos y el incremento de las prestaciones vínicas, “que los subproductos pasen del 10 al 15 %”, al igual que se considera necesario para ayudar a las rentas de los viticultores la medida de la vendimia en verde, “una vendimia en verde que debe ser útil, contar con un presupuesto atractivo para retirar uva del mercado y contribuir a la renta del viticultor profesional”.
Esta es la posición de la organización, que urge al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a su publicación urgente de cara a la proximidad de la nueva campaña.