Descubriendo a los ‘Cuatro Fantásticos’: Los Gorriones Emblemáticos de la Sierra Norte de Guadalajara

Los gorriones, aves pequeñas pero significativas en el paisaje cotidiano, no suelen recibir mucha atención debido a su omnipresencia. Un ejemplo clásico de su interacción con los humanos es el gorrión común (Passer domesticus), conocido por su inclinación a anidar cerca de asentamientos humanos y buscar migajas en terrazas de bares. Sin embargo, a pesar de su prevalencia histórica, las poblaciones urbanas de estos gorriones han disminuido notoriamente debido a la contaminación y a la abundancia de comida chatarra, factores que no se encuentran en la Sierra Norte de Guadalajara. En este entorno, los gorriones disfrutan de comunidades saludables, ajenas a los desafíos urbanos.

Además del gorrión común, la Sierra Norte alberga otras tres especies de gorriones. El gorrión moruno (Passer hispaniolensis), procedente del sur, se ha asentado en la región, en ocasiones superando al gorrión común al formar grandes colonias en árboles altos cerca de cuerpos de agua. El gorrión molinero (Passer montanus), el más pequeño del grupo, prefiere hábitats rurales, aunque también puede encontrarse en parques urbanos. Ambos sexos son indistinguibles en plumaje, lo que dificulta su diferenciación a simple vista.

El gorrión chillón (Petronia petronia) es el más grande de los cuatro y se caracteriza por una mancha amarilla distintiva bajo la garganta. A menudo asociado a formaciones rocosas, también se puede encontrar en zonas urbanas, donde su vocalización singular resalta. Este gorrión no muestra diferencias de plumaje entre machos y hembras.

Estas cuatro especies, que pesan entre 20 y 40 gramos, han demostrado un notable grado de adaptación, favoreciendo su proximidad a entornos humanos. Son omnívoros y desempeñan un papel crucial en el control de insectos durante el verano, contribuyendo significativamente al equilibrio ecosistémico.

ADEL Sierra Norte ha hecho un esfuerzo por divulgar los valores naturales de la región, promoviendo el respeto y las buenas prácticas, y subrayando la rica biodiversidad de la Sierra Norte de Guadalajara. En este sentido, los gorriones, aunque modestos en tamaño, se convierten en un símbolo de la armoniosa coexistencia entre la naturaleza y el ser humano en este territorio.

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